Conflicto Israel-Palestina

La causa palestina tensa al límite las relaciones UE-Israel

La visita de la jefa de la diplomacia europea a Jerusalén evidencia el choque frontal sobre la estrategia para afrontar el conflicto

La alta representante de Política Exterior y Seguridad de la UE, Federica Mogherini y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu
La alta representante de Política Exterior y Seguridad de la UE, Federica Mogherini y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahularazon

En su primera visita a Jerusalén como responsable de Política Exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini se manifestó ayer claramente en favor de la defensa de la seguridad de Israel y, al mismo tiempo, criticó la construcción de nuevos asentamientos. En su agenda incluyó reuniones con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el titular de Exteriores, Avigdor Lieberman, y el jefe de la oposición laborista, Itzjak Hertzog. También visitará Ramala y Gaza, para reunirse con el liderazgo palestino de Al Fatah. No obstante, este último punto quedó parcialmente empañado por la dinámica interna palestina, pues tras la serie de explosiones en casas de figuras de Al Fatah, el primer ministro palestino, Rami Hamdala, desistió de acompañar a Mogherini a Gaza.

Los pronunciamientos de la representante europea procuraron mantener un equilibrio y dejar claro que la nueva Comisión Europea pretende cobrar protagonismo en la resolución del conflicto. En esa nueva línea, Mogherini dejó claro el deseo de Bruselas de que «los palestinos tengan un Estado propio». Mostró comprensión respecto a las preocupaciones de Israel y al mismo tiempo, una visión crítica por temas en los que considera que el Gobierno de Netanyahu debe cambiar de actitud. «Creemos que debe haber una voluntad política para reanudar las conversaciones y, especialmente, para garantizar que éstas arrojen resultados», dijo Mogherini en una rueda de prensa conjunta con Lieberman, su par israelí. Cabe recordar que Israel interrumpió meses atrás las negociaciones de paz con la Autoridad Palestina (ANP), cuando la ANP hizo efectivo un Gobierno de reconciliación nacional con Hamas.

Mogherini fue categórica en su condena a los recientes atentados en Jerusalén. Sus referencias a la necesidad de los israelíes de vivir seguros fueron más allá de la lucha contra el terrorismo. «La seguridad de Israel no estará nunca garantizada a menos que haya un marco regional que lo haga plenamente posible», aseguró. «La UE está y seguirá estando dispuesta a trabajar en esta dirección, con todos los socios en la región». Y agregó su crítica a la política de asentamientos, al indicar que en la búsqueda de la seguridad, «los asentamientos son un obstáculo».

El primer ministro Netanyahu le respondió rechazando de plano la interpretación según la cual «los asentamientos son el origen del conflicto», afirmando que «el problema no es territorial, sino la negativa a reconocer a Israel en cualquier frontera y a reconocer el derecho del pueblo judío a su propio Estado en la tierra de Israel». De todos modos, aclaró que «Jerusalén no es un asentamiento, sino nuestra capital», y recordó que todos los barrios judíos en los que se han anunciado nuevas construcciones se desarollan desde hace décadas y «se sabe que en el marco de un acuerdo, quedarán bajo soberanía de Israel». «Todo el mundo sabe que en cualquier acuerdo de paz Jerusalén permanecerá como parte de Israel», atajó.

Mogherini se mostró preocupada sobre los peligros que se ciernen sobre Israel, pero aclaró que «justamente cuando la situación es tan dramática, es que hay también oportunidades». Y dando a entender que se refiere a la situación en Oriente Medio, señaló que «hay varios países que comparten la sensación de amenaza, y eso es fuente de un entendimiento en común».

El trasfondo de la visita lo dio la tensión en Jerusalén, que se ha agudizado en las últimas semanas debido al mensaje de los líderes palestinos –en gran medida por lo alegado de boca de autoridades en Ramala– de que «la mezquita de Al Aqsa está en peligro». Netanyahu reiteró, también ante la diplomática italiana, su desmentido al respecto, señalando que Israel no tiene intención de alterar el statu quo en el lugar. En otras palabras, que no hay intención de autorizar el rezo de judíos en la explanada de la mezquita, aunque el lugar es sagrado para el judaísmo, porque allí estaban sus templos sagrados en la antigüedad.

Hay grupos de judíos religiosos que bregan por conseguir permisos para no sólo visitar el Monte del Templo –que los musulmanes llaman Haram al Sharif–, sino también poder orar en el lugar. Las visitas están permitidas también a turistas que no son ni judíos ni musulmanes, pero las autoridades no lo permiten debido a la delicadeza de la zona, ya que hoy están allí las mezquitas. Sin embargo, la postura de los rabinos más ortodoxos es opuesta al intento de conseguir ese permiso y a las visitas de judíos al lugar, ya que no hay plena certeza de cuál es el punto exacto en el que se hallaba el Arca de la Alianza, el lugar más sagrado del Monte, y se corre el riesgo de entrar a él y profanarlo». El rabino jefe sefardí de Israel, Itzjak Yosef, hizo referencia al respecto ayer en el funeral del joven de 17 años que falleció en Jerusalén a causa de las heridas sufridas en el atentado con un automóvil del miércoles. Yosef recordó que «está prohibido» subir al Monte y dio a entender que ha habido muertos porque no se respetó dicha prohibición.

Los principales roces con Occidente

- El acercamiento a Irán. A menos de tres semanas para que se cumpla la fecha para cerrar un acuerdo nuclear con Irán, Israel presiona al grupo E3+3 para que no llegue al pacto o al menos no haga concesiones al régimen de los ayatolás. La carta de Obama a Jamenei ha sentado muy mal. «Irán es inaceptable para cualquier coalición. Ni siquiera para el diálogo en la región, ya sea sobre Palestina o sobre Siria», indicó ayer el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman.

- El reconocimiento de Palestina. Suecia, país miembro de la UE, reconoció oficialmente a Palestina la semana pasada. Las críticas israelíes a la política exterior sueca no se hicieron esperar, indicando que era más difícil que montar un mueble de Ikea. Ayer, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, siguió en la línea de Suecia. «Los palestinos tienen que tener un Estado propiamente dicho», e incluso respaldó al líder palestino Mahmud Abas.

- La construcción de asentamientos y Jesusalén. La UE y EE UU han criticado duramente los anuncios de las edificaciones de nuevas viviendas. Bruselas ya ha sancionado los productos israelíes que proceden de las colonias y no descarta otras medidas si Israel continúa edificando. Ayer, la propia Mogherini criticó los asentamientos. Por su parte, Netanyahu dejó muy claro que no son el problema y que Jerusalén siempre será parte de Israel.