Londres

La caza del zorro regresa al debate político británico una década después

El 18 de febrero de 2005 entró en vigor la ley bautizada como "The Hunting Act", que prohíbe cazar zorros, renos y liebres.

La caza del zorro con perros amenaza con regresar al debate político en el Reino Unido cuando se cumple hoy una década desde su prohibición, una polémica medida que todavía genera rencillas entre partidarios y detractores.

El 18 de febrero de 2005 entró en vigor la ley bautizada como "The Hunting Act", que prohíbe cazar zorros, renos y liebres, una práctica arraigada desde hace 300 años en la alta sociedad británica entre cuyos apasionados destacaban el príncipe Carlos y su esposa, Camilla Parker Bowles.

Fue el Gobierno laborista liderado por Tony Blair el que aprobó una de las leyes que más polvareda ha levantado en los últimos tiempos en Inglaterra y Gales.

A pesar de la década que ha pasado desde entonces, el debate se ha reavivado en un año electoral en el Reino Unido, con campañas y manifestaciones a favor y en contra de restablecer la caza del zorro con perros.

Por un lado, activistas y defensores de "The Hunting Act", aunque están satisfechos con la ley, pretenden reforzarla, ya que desde su punto de vista algunos cazadores han encontrado agujeros legales para sortearla y practican ese tipo de caza.

La organización británica Liga Contra los Deportes Crueles (LACS, en inglés) defiende esta ley como "la legislación relacionada con el bienestar del mundo animal más exitosa e importante de la historia"británica, y aboga por robustecerla.

El director de campaña de LACS, Michael Stephenson, acusó a las personas favorables de derogar la prohibición de buscar los resquicios legales y "trampear"la ley para seguir practicando la caza.

Stephenson afirmó que solo un Gobierno "con poca sensibilidad o muy atrevido"derogaría la ley, que según él cuenta con el apoyo de un 80 % de la población, y calificó dicha posibilidad de "suicidio político".

Por contra, el director del grupo de presión Countryside Alliance (Alianza Rural), defensor de la caza de zorro con perros, destacó que hace diez años se prohibió esta antigua práctica sin que se hubiese probado que es una actividad "cruel".

Además, señaló que esta ley provoca que los miembros de la policía pierdan miles de horas de trabajo ocupados en detectar posibles infracciones, así como miles de libras malgastadas en localizar sospechosos de quebrantar la ley que acaban resultando inocentes.

Según datos del Ministerio de Justicia británico, durante estos diez años el número de casos sospechosos de vulnerar la ley ha aumentado sin pausa, ya que se registraron dos únicos casos en 2005 y alcanzó su pico en 2013, con 110 actuaciones policiales.

Durante este tiempo se han dictado 341 condenas y un 65 % de los posibles infractores registrados fueron declarados culpables, lo que supone que una media de una persona por semana fue multada por quebrantar los preceptos de "The Hunting Act".

Countryside Alliance matiza dicha cifra y señala que el 96 % de esas condenas corresponde a cacerías ocasionales y no organizadas.

Las penas pueden ascender a multas de hasta unas 5.000 libras (6.730 euros), pero si se demuestra que se ha infringido sufrimiento innecesario al animal la multa puede acarrear el desembolso de hasta 20.000 libras (26.922 euros).

En Escocia, la prohibición se estableció en 2002, tres años antes que en Inglaterra y Gales, mientras que en Irlanda del Norte todavía está permitida esta práctica, y existe una comunidad activa favorable a instaurar una prohibición similar.

Las posturas opuestas en torno a la caza del zorro con perros han vuelto a concurrir en este décimo aniversario y, aunque no jugarán un papel fundamental en el resultado de las próximas elecciones generales de mayo, sí pueden influir en la agenda política británica.