Política

Terremoto en Nepal

La esperanza se desvanece para los españoles en Nepal

El equipo de la Guardia Civil peinará Langtang antes de regresar a España

Retratos de algunas de las víctimas del seísmo de Nepal
Retratos de algunas de las víctimas del seísmo de Nepallarazon

Sobre las tres de la tarde hora nepalí salió un equipo de reconocimiento formado por guardias civiles y un militar de la Unidad Militar de Emergencias (UME), expertos en alta montaña, que sobrevolaron a 4.000 metros las montañas de Kyanjin Guma para buscar a los seis españoles desaparecidos.

Otro grupo de dos guardias civiles y la inspectora del equipo de la Policía Científica también volaron a Langtang para el reconocimiento de cadáveres. «Ha sido un vuelo muy arriesgado, ya que las condiciones meteorológicas han sido muy malas y había poca visibilidad. No hemos podido llegar más arriba», dijo a LA RAZÓN un miembro de la expedición. «Al final hemos tenido que aterrizar en otro lado y hemos ayudado a un grupo de militares chinos a repartir sacos de arroz a los damnificados», detalló ayer el guardia civil.

A pesar de que se han coordinado con un equipo estadounidense que ha estado reconociendo por dos días las montañas de Kyanjin Guma y han confirmado «en un 99 por ciento que no hay indicios de supervivientes. Mañana (hoy) el equipo que no ha podido subir volverá a sobrevolar la zona», explicó el embajador español en India, Gustavo de Arístegui.

Una vez concluido el vuelo de reconocimiento se podría dar por cerrada la operación de rescate. «Hemos hecho todo lo que está en nuestras manos», reconoció el embajador, que halagó «el buen trabajo» hecho por los equipos de rescate españoles. Desde el miércoles ya no se esperaban muchas novedades pero habrá que intentarlo una última vez. De no encontrar nada más, la misión conjunta de la UME y la Guardia Civil dará por finalizada hoy la búsqueda de los desaparecidos. La última palabra la tiene el ministro Maragallo, que mañana decidirá si se cierra o no la operación. Los únicos que permanecerán en el país son el grupo de forenses que llegó ayer a Katmandú para incorporarse a un equipo internacional destinado a identificar los cadáveres de extranjeros que se encuentran en la morgue del Teaching Hospital. Lo más complicado será poder identificar entre los restos humanos a los extranjeros, ya que en los últimos días el Ejército nepalí ha estado incinerando partes de cadáveres despedazados que se han ido encontrando en el valle de Langtang.

Más de 100 extranjeros de diferentes nacionalidades han sido dados por desaparecidos en ese turístico parque nacional, según los datos revelados ayer por el Centro de Coordinación e Información de Turismo nepalés. El resto de los efectivos de la UME continuaron ayer las labores humanitarias en Chapagaung. «Hemos apuntalado decenas de viviendas y ahora algunas familias han vuelto a realojarse en sus casas tras haber sido estabilizadas», explicó a la RAZÓN el brigada Pons. «Mis compañeros han estado dos días enteros trabajando sin comer y beber para darle la comida y las botellas de agua a la gente del pueblo», exclamó el militar. «Todo lo que hemos traído, agua, víveres y dos cajas con medicinas, se las hemos donado a los nepalíes. Ha sido un trabajo muy duro. Estamos muy contentos», continuó el brigada Pons. «En el hotel los únicos que se han quedado han sido los militares que han enfermado por cólicos», insistió, antes de agregar que «todos los demás hemos estado trabajando sin parar hasta el último día».

El equipo de la UME también ha donado los grupos electrógenos que, aunque ahora no van a ser necesarios, serán muy útiles en la segunda fase de reconstrucción. La beneficiaria ha sido la cónsul honoraria de Nepal, Ambica Shrestha, también dueña del hotel Dwarika’s Village. «La señora Shrestha quería comprarnos los grupos electrógenos, pero al final se los hemos regalado. Ha hecho tanto por nosotros...», exclamó Pons.

Un séptimo español ha sido dado por desaparecido