La hipocresía de Obama

El presidente Obama expuso el sábado los argumentos a favor de una intervención militar en Siria. Invocó, entre otros motivos, la necesidad de intervenir para disuadir a otros estados disfuncionales como Irán, y del imperativo de castigar «los crímenes contra la humanidad». El hecho es que la única razón para utilizar la fuerza militar norteamericana y poner en peligro vidas estadounidenses es impulsar nuestros intereses y defender nuestra seguridad. Invocar fantasías de «la comunidad internacional» complica y confunde ese criterio crítico.

En cuanto al uso de armas químicas por parte de Siria, ¿por qué Rusia y China bloquean la resolución del Consejo de Seguridad que castiga a los que vulneran «leyes»? Conocemos la respuesta. No revierte en su interés nacional hacerlo, igual que el interés nacional de Francia no era en 2002 apoyar el castigo a un violador mucho más evidente de «las leyes internacionales» como Sadam Husein. Toda esta retórica de la doctrina de la «responsabilidad de proteger» suena a hipocresía y pretenciosidad moral. Obama dice: «No podemos aceptar un mundo en el que mujeres y niños y civiles inocentes son gaseados a una escala tremenda». Todos esos que piden la intervención en Siria para «impedir crímenes contra la humanidad» deberían explicar en qué se diferencia esta masacre de todas las demás en las que no hemos intervenido. La realidad es que tenemos que tomar decisiones no basadas en «las leyes internacionales», sino en los intereses y la seguridad de EE UU. Por casualidad, buscar a menudo esos intereses acaba en el castigo a violadores destacados.