China

La hora de la Realpolitik

La Razón
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¿Puede la retirada de EE UU del Acuerdo de París provocar un efecto contagio a terceros países, como ya ocurrió con el Protocolo de Kioto?

–En general existe un consenso global bastante amplio respecto al Acuerdo de París. Mi impresión es que los países más contaminantes del planeta van a mantener sus compromisos.

De acuerdo con la letra pequeña, EE UU no puede hacer efectiva su salida hasta 2020...

–Eso es, por lo tanto, lo que importa son las políticas que va a implementar la Administración Trump respecto a la promoción de las energías renovables y la reducción de las emisiones de dióxido de carbono. También están en el aire las ayudas financieras que Estados Unidos había prometido a los países subdesarrollados para fomentar un crecimiento sostenible. Lo más probable es que el presidente norteamericano dé marcha atrás y es, en este punto, donde se puede causar un mayor perjuicio. Hasta ahora Estados Unidos ha liderado los avances y la investigación de la ciencia sobre el cambio climático, la Administración Trump podría reducir la financiación a la Agencia de Protección Ambiental y herir a este sector.

¿Puede China ocupar el vacío de EE UU?

–China persigue su propia agencia. A Pekín le interesa mantenerse en el multilateralismo y la cooperación internacional, pero en ciertos aspectos como el de la democracia y derechos humanos se sienten incómodos. China hace un enfoque «a la carta».

¿Es China un socio fiable?

–Los europeos no pueden presionar a China. Primero porque quiren aumentar sus intercambios comerciales y atraer más inversión china. Y segundo porque Europa no sigue una sola voz en su política hacia Pekín. Alemania tiene unas prioridades distintas a las de Francia o Madrid.