Siria

La ofensiva rebelde en Alepo «rompe» al Ejército sirio

El Gobierno de Asad asegura que ha acabado con más de 2.000 rebeldes en diez días

Una mujer besa a un miembro de las fuerzas rebeldes en la zona de Manbij, en Alepo
Una mujer besa a un miembro de las fuerzas rebeldes en la zona de Manbij, en Alepolarazon

El Ejército sirio respondió ayer con intensos bombardeos tras haber sufrido el mayor revés militar en Alepo. Una coalición de milicias islámicas, lideradas por el Frente de la Conquista (antiguo Frente Al Nusra), consiguió romper este fin de semana el cerco impuesto en los barrios orientales de la ciudad, frustrando así los planes de Damasco de tener el control total de la otrora capital económica siria. Ahora, las facciones opositoras intentan avanzar desde el suroeste de la ciudad para abrir una nueva vía de acceso, donde viven entre 200.000 y 300.000 civiles.

Los combates prosiguieron ayer en el complejo residencial-militar de Ramuza, en la periferia sur, donde los grupos armados opositores reclaman haber tomado el control de la Academia de Armamento y parte de la de Artillería. Sin embargo, la agencia de noticias oficial siria, SANA, aseguró que las tropas gubernamentales han recuperado parte de la escuela de Artillería y lograron infligir «grandes pérdidas» en «las filas terroristas».

La propaganda prorrégimen divulgó en la tarde de ayer que el Ejército sirio ha eliminado a más de 2.000 combatientes rebeldes en los últimos diez días de ofensiva en la ciudad de Alepo. «Hemos logrado repeler todos los ataques y hemos eliminado por lo menos a unos 2.000 terroristas», aseguró una fuente de las milicias locales afines a las fuerzas de Bashar Al Asad. Lo que parece comprobado es que hasta 200 combatientes rebeldes murieron sólo este sábado en la contraofensiva para romper el cerco del Ejército de Asad sobre la ciudad, lo que refleja la violencia de esta batalla crucial para ambos bandos.

La versión oficial contradice al Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que insistió ayer en que es el mayor revés del régimen desde principios de 2013 y que las facciones opositoras lograron controlar, además de la Academia de Armamento, la sede del Batallón de Artillería y la Escuela Técnica de Aviación. Mientras que el régimen mantendría en su poder una fábrica de cemento y distintas zonas de residencias militares, detalló el Observatorio. También medios cercanos a la milicia Hizbulá, aliado de Damasco, reconocieron el avance de los rebeldes, agregando que ataques aéreos destrozaron un centro militar tras la retirada de las fuerzas de Asad.

Según el Observatorio, el Ejército de la Conquista asedia ahora los barrios en manos de las fuerzas del régimen, en el oeste de Alepo. Obuses lanzados por los rebeldes contra dos distritos controlados por el régimen mataron al menos a diez civiles este fin de semana, y a 130 desde que empezó la contraofensiva rebelde el 31 de julio. Ante un posible asedio por parte de la coalición de facciones islámicas, los civiles que viven los barrios gubernamentales han empezado a hacer acopio de víveres y agua.

En la actualidad ninguna ruta es segura para huir de Alepo, donde hay más de 300.000 civiles atrapados en el este de la ciudad. «La nueva ruta abierta por los rebeldes sigue siendo, no obstante, peligrosa para los civiles», subrayó Abdel Rahman, portavoz del Observatorio. «Ningún civil ha abandonado los distritos orientales, ya que la ruta es demasiado peligrosa», agregó. El objetivo a corto plazo para los rebeldes es abrir ese pasillo que permita el abastecimiento militar y de milicianos y después lanzarse hacia la reconquista de Alepo.

En un comunicado, la opositora Cámara de Operaciones de la Conquista de Alepo aseguró ayer su compromiso con «la victoria». «Os vamos a liberar de los déspotas de Asad y sus aliados para lograr libertad y dignidad», rezaba la nota. Los insurgentes apuntaron que van a proteger a los civiles que se encuentran en las zonas bajo su dominio y que la apertura del corredor en los barrios antes cercados es «un paso hacia la liberación de Alepo y de Siria en general».

Tras el avance de los rebeldes, las tropas de Asad tratan de mantener el abastecimiento de los barrios bajo su control a través de la zona de Castelo, en el noroeste, recuperada el pasado día 17, informa Efe. Si no lo logra, según Mohamed Jaled, un portavoz de los rebeldes, estos podrían a su vez cercar a una población de 1.300.000 personas.