Estados Unidos

La opacidad de Clinton sobre su salud impulsa a Trump

Las críticas hacia la demócrata se multiplican tras reconocer que sufre una neumonía que la ha obligado a suspender su campaña. El magnate anuncia que publicará su última revisión médica

La candidata demócrata entra en su coche tras sufrir un vahído durante el homenaje a las víctimas del 11-S, en Nueva York
La candidata demócrata entra en su coche tras sufrir un vahído durante el homenaje a las víctimas del 11-S, en Nueva Yorklarazon

Las críticas hacia la demócrata se multiplican tras reconocer que sufre una neumonía que la ha obligado a suspender su campaña. El magnate anuncia que publicará su última revisión médica

Mientras que el equipo de la demócrata Hillary Clinton se las ingeniaba para tratar de desviar la atención sobre las polémicas palabras de la candidata acerca de los «deplorables» votantes de Trump, fue ella misma la que hizo que el rumbo de la campaña presidencial cambiara drásticamente y el asunto de la salud de los dos aspirantes a ocupar la Casa Blanca se convirtiera en tema primordial. Más aún si se tiene en cuenta la edad de ambos candidatos –Clinton tiene 68 años y Trump 70– lo que implica que cualquiera de los dos, cuando se proclame presidente, será el segundo mandatario de mayor edad en la historia del país.

El mareo de Hillary durante la celebración de los actos de homenaje de las víctimas del 11-S, y la posterior confesión de que no fue un golpe de calor, sino que Hillary sufre desde el pasado viernes una neumonía, no hizo sino irritar tanto al electorado como a su contrincante. No es la primera vez que Clinton sufre achaques (fue operada de coágulos cerebrales en 2012), pero ella siempre ha negado que su salud sea mala. Recientemente, en una entrevista de televisión, animó al periodista a que le tomara el pulso para comprobar que estaba sana. Este tema ha sido siempre una de las debilidades de su campaña, y aunque Donald Trump aseguró inicialmente que no haría sangre con la neumonía, más tarde hizo todo lo contrario. Durante una entrevista en Fox News, el magnate afirmó con vehemencia que la enfermedad de Clinton «es algo importante. De hecho, la semana pasada yo me hice un examen médico. Cuando tenga los resultados, los haré públicos». Con ello animó a que su rival demócrata haga lo propio con urgencia. «El desdén expresado por Clinton por millones de estadounidenses le descalifica para el servicio público. No se puede presentar a la presidencia con ese desprecio en el corazón por el votante estadounidense», aseguró el empresario, a sabiendas de que esto le impulsará en los sondeos. Ahora le distancian de la demócrata cuatro puntos, a diferencia de los 11 de ventaja que Clinton le llevaba en julio.

Diferentes analistas políticos criticaron con dureza a la demócrata por haber ocultado su estado de salud. Quizá ella esperaba que la neumonía pasara y que la opinión pública no tuviera noticia de ella, pero la realidad trastocó sus planes. «Los antibióticos pueden curar la neumonía. ¿Cuál es la cura de la poca sana tendencia a la privacidad que siempre crea problemas innecesarios?», se preguntaba ayer el jefe de la campaña de 2008 del presidente Barack Obama, David Axelrod.

Como consecuencia de su afección, Hillary estará apartada de la campaña, en principio, durante un par de días. Ayer mantuvo reposo en su domicilio de Chappaqua, cerca de Nueva York, tras cancelar dos actos en California. Ante las numerosas críticas, sus asesores adelantaron que en los próximos días ofrecerán a los medios detalles adicionales sobre su estado de salud e historial médico. «En el próximo par de días vamos a divulgar información médica adicional sobre Hillary Clinton», comentó en la cadena MSNBC Brian Fallon, portavoz de la campaña. Fallon recalcó que Clinton no sufre ningún otro problema médico «no revelado», más allá de una neumonía que le ha obligado a cancelar un viaje de campaña.

Según Lisa Bardack, la médico de Clinton le ha prescrito un tratamiento con antibióticos y le ha aconsejado descanso. Según añadió su portavoz, Nick Merrill, Clinton «continúa sintiéndose mejor, pero planea permanecer en casa hoy, siguiendo la recomendación de descanso de su médico».

El programa cancelado de Clinton en California incluía actos de recaudación de fondos en San Francisco y Los Ángeles, así como una aparición grabada en el programa «Ellen», de la actriz y presentadora Ellen DeGeneres. Según Fallon, Clinton planea retomar sus actos de campaña esta misma semana, aunque su equipo no ha precisado todavía si viajará mañana a Nevada, como estaba programado. Las mentiras en campaña se pagan caro y conscientes de ello, los asesores de la demócrata preparan su regreso y un argumentario para que ese incidente quede en una anécdota.

El historial

- Trombosis. Sufrió dos coágulos en la pierna: el primero en 1998, y el segundo en 2009.

- Conmoción cerebral. Padeció un traumatismo tras desmayarse y darse un golpe en la cabeza en 2012, cuando era secretaria de Estado.

- Coágulo en el cerebro. A raíz del desmayo, se le encontró un coágulo de sangre entre el cerebro y el cráneo que la mantuvo ingresada varios días. Tardó seis meses en recuperarse, y se apartó temporalmente de la vida pública.

Las enfermedades presidenciales: secretos de estado

- Franklin d. Roosevelt (1933-1945). Tenía las dos piernas paralizadas por la polio, además de importantes problemas del corazón y de tensión que provocaron su muerte poco después de ser elegido presidente por cuarta vez.

- John f. kennedy (1961-1963). Sufría de hipotiroidismo, dolor de espalda y la enfermedad de Addison, relacionada con las hormonas. Asimismo, tomaba diariamente esteroides y fármacos hasta su trágico asesinato en 1963.

- Lyndon b. Johnson (1963-1969). Sufrió graves problemas cardíacos que escondió a sus votantes. De igual forma, según un estudio de la Universidad de Duke de 2005, hoy, Johnson hubiera sido diagnosticado con un transtorno bipolar.

- Ronald reagan (1981-1989). El presidente Reagan sufrió de cáncer de colon, de lo que tuvo que ser operado en 1985, mientras se encontraba en la Casa Blanca. Después, al dejar la presidencia, se le diagnosticó Alzheimer.