Represión en Venezuela

La oposición elegirá un Tribunal Supremo ajeno al régimen

Tras el éxito de la consulta, abre una nueva era de resistencia con el primer paro general

El presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, habla arropado por otros líderes opositores tras la consulta
El presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, habla arropado por otros líderes opositores tras la consultalarazon

Tras el éxito de la consulta, abre una nueva era de resistencia con el primer paro general.

Completado el escrutinio tras el referéndum sobre la Asamblea Constituyente planificada por el presidente Nicolás Maduro, un total de 7.186.170 personas dieron a la Mesa de la Unidad Democrática un triunfo que, aunque simbólico, le servirá como plataforma y le da la legitimidad necesaria para que de ahora en adelante ajusten su agenda de protestas contra el Gobierno chavista a una nueva «hora cero», como definieron ayer sus líderes la etapa que comienza.

El Teatro Chacao, donde se organizó el comando de campaña de la Unidad, y desde donde los rectores de las universidades autónomas del país dieron los resultados, estalló ayer de alegría, aplausos y emoción por parte de los líderes opositores, que manifestaron que los números de participación eran motivo para «sentirse orgullosos de ser venezolanos». El «Gloria al Bravo Pueblo», himno de Venezuela, fue el cierre emotivo para una jornada histórica.

Veinticuatro horas después del referéndum, los partidos políticos anunciaron la esencia de la nueva etapa, aunque tuvieron discrepancias a la hora de redactar el documento con el que marcarían un «antes y un después» en las protestas. Por horas debatieron qué sería lo mejor y mientras unos querían que las protestas fuesen incesantes, otros apostaban por que se desmontaran las acciones de calle. Finalmente, y por consenso, el dirigente de Voluntad Popular y primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara, dio a conocer que seguirán apegados a los artículos 333 y 350 de la Constitución, por los que exigen que se anule la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente. También anunció acciones concretas, al menos para esta primera semana: el nombramiento de nuevos magistrados para el Tribunal Supremo de Justicia (el proceso se alargará hasta el viernes); mañana comenzarán a constituirse los denominandos «comités por la hora cero» en los puntos donde la gente acudió a votar el pasado domingo para tratar de llevar al país a un gobierno de unidad nacional y, el jueves, tomarán la medida más dura: Guevara anunció un paro cívico de 24 horas para dar un nuevo salto en el proceso de presiones políticas a Maduro. «Estamos dispuestos a asumir todos los riesgos que implican estas decisiones. El pueblo decidió y que viva Venezuela», concluyó Guevara.

Es un paso más después de que los venezolanos sortearan las dificultades que pusieron los grupos civiles armados, esperaran largas horas para expresar su voluntad y, pese a que la logística estuvo a cargo de la ciudadanía, reinó el civismo y el orden. Para los ex presidentes Miguel Ángel Rodríguez, Andrés Pastrana, Jorge «Tuto» Quiroga y Laura Chinchilla lo que se vivió en Venezuela no tiene precedentes y, en base a los resultados, llamaron a que los países de la región asuman como «legítimos» el resultado de la consulta. «Frente a las balas han respondido con votos. Frente a la represión ustedes han respondido con democracia. Eso, el mundo lo tiene que ver. No podemos exigirles una lucha infinita. El pueblo venezolano habló. No hay espacio, jefes de Gobierno, para la indiferencia a lo que los venezolanos han manifestado. Reconozcamos esta consulta popular. Es una jornada apegada a la Constitución y a las leyes de esta República», afirmó la ex presidenta de Costa Rica Laura Chinchilla.

Para Julio Borges, presidente del Parlamento y uno de los principales promotores de la jornada, el plebiscito fue un éxito y por eso buscarán transformar ese apoyo en acciones concretas con una escalada y materialización del mandato hecho por los siete millones de personas. «Para quienes se preguntan qué significan esos siete millones de votos les doy una idea. Cuando se convocó la Constitución en 1999 votaron cuatro millones de personas; cuando se aprobó esa Constitución, que es la que está vigente, votaron poco más de cuatro millones y medio de personas; en la reforma constitucional votaron menos de cuatro millones y medio de venezolanos; y cuando Maduro ganó las elecciones que sabemos que no las ganó, fue con menos gente de la que votó hoy. Eso significa que con los votos que manifestó el pueblo venezolano matemáticamente Nicolás Maduro está revocado». El presidente dijo ayer que la Asamblea Constituyente seguirá adelante pese a las protestas desde Europa.