Venezuela

La oposición pide a España que lidere la presión a Maduro

La MUD restaura la cooperación ante unas presidenciales «fraudulentas» dirigidas a perpetuar al chavismo en el poder pese.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, participa en un acto en homenaje a Martin Luther King en Caracas el pasado miércoles
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, participa en un acto en homenaje a Martin Luther King en Caracas el pasado miércoleslarazon

La MUD restaura la cooperación ante unas presidenciales «fraudulentas» dirigidas a perpetuar al chavismo en el poder pese.

Los venezolanos acudirán a las urnas el próximo 20 mayo pese al rechazo de la oposición y parte de la comunidad internacional a estos comicios que tachan de fraudulentos y faltos garantías. El presidente, Nicolás Maduro, ya advirtió que sólo convocaría unos comicios si tiene la certeza de que los va a ganar y esta vez lo tendrá más fácil porque la oposición en bloque ha decidido que no se presentará. Lejos de permanecer callados y en silencio, los opositores venezolanos se están organizando para reclamar a la comunidad internacional que se implique y evite que se lleve a cabo un fraude electoral. Tras las grietas abiertas en la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) parece que, al menos de momento, han decidido volver a unir fuerzas contra el régimen de cara a los comicios. En una gira internacional, con parada en España después de Francia, el alcalde de Caracas en el exilio, Antonio Ledezma, el ex presidente del Parlamento venezolano Julio Borges, el coordinador político del partido Voluntad Popular Carlos Vecchio y su compañero de formación Lester Toledo hicieron un llamamiento para que España lidere la oposición a Maduro. Los exiliados, arropados por el ex presidente Felipe González –que ejerce como asesor legal y defensor de varios políticos opositores– pidieron ayer desde Casa de América ayuda a Europa «para que rechace el proceso fraudulento organizado por el régimen venezolano» y consideró que estas elecciones «son una trampa».

El año pasado, el Tribunal Supremo venezolano retiró los poderes a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición venezolano, una decisión que desató las críticas internacionales y llenó las calle de manifestantes en contra de su gestión. Más de cien muertos, miles detenidos y cuatro millones de refugiados después, el Gobierno sigue queriendo aferrarse a poder pese a una inflación galopante, que cerró en un 2.616% el año pasado y una caída del PIB del 14%, según el FMI.

De hecho, ante esta crisis total que golpea a Venezuela, España se ha convertido en refugio de expatriados, con un aumento de casi el 800% en dos años de las peticiones de asilo, que pasaron de 155 en febrero de 2016 hasta los 1.359, según datos de la Oficina de Apoyo al Asilo europea. Es por ello, que la oposición también aprovechó ayer para pedir al presidente Mariano Rajoy que agilice estas solicitudes y trate de solucionar el impago de pensiones de personas que trabajaron en Venezuela.

Ante la crisis económica, Maduro lanzó la criptomoneda para hacer transacciones financieras en el exterior y combatir el supuesto «bloqueo» económico contra el país suramericano. Para la oposición no es más que un vehículo para la corrupción y el lavado de dinero. Pese a la situación de emergencia, Maduro se sigue aferrando al poder.