Atentado
Bélgica efectúa otras siete redadas y detiene a cinco personas más
Las Fuerzas de Seguridad del país detienen a 16 personas tras una gran operación contra yihadistas, aunque el terrorista que huyó de los atentados de París podría haber escapado a Alemania. La capital belga sigue bajo máxima alerta y mantiene hoy cerrados el metro y los colegios
Las unidades especiales de la Policía belga efectuaron hoy siete registros en viviendas de la región de Bruselas y en Lieja, en el este de Bélgica, en los que se ha detenido a cinco personas, informó hoy la Fiscalía federal. La capital belga sigue bajo máxima alerta y mantiene hoy cerrados el metro y los colegios
Las unidades especiales de la Policía belga efectuaron hoy siete registros en viviendas de la región de Bruselas y en Lieja, en el este de Bélgica, en los que se ha detenido a cinco personas, informó hoy la Fiscalía federal.
Primer día laborable de Bruselas desde que las autoridades decretaron en la madrugada del sábado la máxima alerta ante un atentado inminente. Una operación antiterrorista, que de momento se ha saldado con 16 detenidos, «aún no ha acabado», según el ministro belga de Interior, Jan Jambon.
"El trabajo no está acabado", declaró Jambon a las cadenas estatales VRT y RTBF, en referencia a las redadas realizadas en la noche del domingo impulsadas por la Fiscalía y un juez de instrucción especializado en terrorismo. Jambon dejó claro que "la operación todavía no está terminada, debe continuar", sin querer entrar en detalles concretos de la misma. "Progresamos, vamos a seguir en las próximas horas y días. No daré ningún detalle sobre la investigación ni del lugar en que buscamos a Salah Abdeslam", el principal sospechoso huido de los atentados de París del 13 de noviembre, declaró el ministro. Abdeslam no está entre los dieciséis arrestados en los registros del domingo, llevados a cabo en diferentes puntos de la capital y del país, que hoy deberán escuchar de un juez si permanecen privados de libertad. En los registros tampoco se encontraron armas ni explosivos.
Y si hoy es un día extraño, la verdad es que ayer fue una jornada tensa en la que los belgas fueron informados de que al menos un comando yihadista preparaba «de manera inminente» un atentado como el de París. Con el nivel de alerta máxima por segundo día consecutivo, las Fuerzas de Seguridad llevaron a cabo un operativo simultáneo en Bruselas, el barrio multiétnico de Molenbeek (donde vivían cuatro de los yihadistas de París), el distrito de Schaerbeek y las ciudades de Lieja y Charleroi. El fiscal general belga anunció que se llevaron a cabo 19 registros en los que fueron detenidos 16 sospechosos, si bien no se encontraron armas ni explosivos. Sin embargo, también añadió que Salah Abdeslam, el terrorista más buscado por su papel determinante en el 13-N, se habría vuelto a escapar de las fuerzas del orden. Sobre el joven belga vecino de Molenbeek pesa una orden de arresto internacional.
Abdeslam, de 26 años, logró entrar en Bélgica al día siguiente del atentado coordinado de París y son muchos los testigos que han avisado estos días a la Policía de que lo habían visto.
La Fiscalía en un comunicado ha desmentido las informaciones que aseguran que Abdeslam ha huido en un BMW rumbo a Alemania. «Una brigada anticriminal ha dado el alto a un individuo sospechoso que podría ser Salah Abdeslam en la carretera de Tongres a Roucourt, en Lieja sobre las 19:30. A bordo de un BMW modelo 3 o 5, esta persona se ha negado a frenar. Ha huido por la E40 en dirección a Alemania. Las unidades especiales han intentado atraparlo en Barchon pero sin suerte». También, un centenar de policías investigaron una habitación en la calle Arthur Decoux en Dampremy, a las 20:45. Al menos un hombre pasó a disposición judicial.
Mientras tanto, el Gobierno belga mantiene para hoy en Bruselas el nivel de alerta terrorista en el 4, el máximo decretado desde el sábado. Los colegios y las universidades no abrirán sus puertas y el metro permanecerá también cerrado, como lo estuvo durante todo el fin de semana. «Tememos atentados similares a los que sufrió París, con varios ataques contra objetivos potenciales que pueden ser centros o calles comerciales, transportes públicos y lugares donde se concentre mucha gente», señaló el primer ministro belga, Charles Michel, en rueda de prensa tras la reunión del Consejo Nacional de Seguridad.
La amenaza «inminente» ha provocado que el Ejecutivo de Charles Michel haya tomado una decisión que no se había visto antes en la historia del país. Para las guarderías, las informaciones eran contradictorias. En primer lugar, el Ejecutivo recomendó la vigilancia, pero no pidió directamente su cierre, pero más tarde la cadena nacional rectificaba la información y aseguraba que tampoco se abrirían guarderías, en base a la declaración del ministro de la región de Bruselas capital, Rudi Vervoort. Una muestra de la dificultad de coordinación entre las Administraciones belgas.
El hermano del terrorista hudio Salah, Mohamed Abdeslam, confirmaba en televisión que dos amigos le habían hablado de esa llamada. «Le pedimos que se entregue. Prefiero ver a mi hermano en la cárcel que en el cementerio», dijo. Salah podría estar temeroso también por las represalias del Estado Islámico por no haber hecho explotar su cinturón de explosivos. Pero el Gobierno belga no sólo anda detrás de Salah Abdeslam. El ministro del Interior, Jan Jambon, declaró en una entrevista que la amenaza va más allá, de ahí que las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo hayan sido tan extremas. «Se trata de varios sospechosos. Seguimos la situación minuto a minuto», señaló. El primer ministro belga, sin embargo, no confirmó el número de terroristas que buscan las Fuerzas de Seguridad, aunque medios franceses y norteamericanos hablaba ayer de diez terroristas dispuestos a atentar. Un ex analista de la inteligencia francesa aseguraba ayer en «The New York Times» que los terroristas estarían fuertemente armados con fusiles de asalto y explosivos.
Medios belgas informaron ayer que el sábado las Fuerzas de Seguridad detuvieron a cuatro individuos y uno de ellos portaría un cinturón de explosivos. El fiscal Geert Schoorens advirtió al periódico norteamericano que no podía ni «confirmar ni desmentir esa información» pues la investigación todavía sigue abierta.
En esta situación excepcional, el Gobierno pidió a los directores de los centros que acudan a los colegios para recibir la información relativa a la seguridad y al proceso de reapertura. Sin embargo, no se ha previsto ningún servicio de acogida de niños, como se había anunciado en un primer momento, por motivos de seguridad. En cuanto al transporte público, el tranvía funcionará y las estaciones de tren permanecerán abiertas con un gran refuerzo policial excepto la estación de Schuman, donde se encuentran las instituciones europeas, que prevén abrir hoy sus puertas con un refuerzo de la seguridad.
La decisión muestra la gravedad de la situación que vive la ciudad, aunque el objetivo es que se recupere la normalidad lo antes posible. Hoy habrá una nueva evaluación de la amenaza y se volverá a recomendar cómo proceder mañana.
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