Unión Europea

La UE advierte a Cameron que no renuncia a la libre circulación

David Cameron y Angela Merkel, ayer, en la última cumbre del año de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE
David Cameron y Angela Merkel, ayer, en la última cumbre del año de los jefes de Estado y de Gobierno de la UElarazon

Sus socios rechazan reformar Schengen o discrimanar a los trabajadores comunitarios, pero prometen buscar «soluciones» a las demandas británicas.

El primer ministro británico, David Cameron, llegaba ayer a Bruselas con ganas de convencer a sus socios europeos de sus demandas para mejorar la relación con la Unión Europea. Sin embargo, la mayoría de sus colegas recordaban las «líneas rojas» que no están dispuestos a traspasar. Al concluir la última cumbre del año, los Veintiocho decidieron trabajar juntos para encontrar «soluciones» a las demandas británicas antes de febrero.

«Creo que ha sido un encuentro satisfactorio. Cameron nos ha detallado su postura y nos ha dicho que está abierto a otras soluciones si dan los mismos resultados. Los líderes han mostrado algunas reservas, pero han acordado encontrar soluciones en las cuatro áreas que plantea Reino Unido. En febrero tendremos un texto concreto que presentar al conjunto de líderes», señalaba el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. «Es inaceptable la discriminación y en eso también está de acuerdo Cameron», dijo.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, matizaba que no solamente hay una cuestión complicada –restringir las prestaciones sociales a los europeos que trabajen en el país en los primeros cuatro años–, sino que las cuatro áreas de trabajo son complejas. «Hay mucho trabajo que hacer de aquí a febrero», adelantó Juncker.

El conjunto de Estados miembros no aceptará que se vean restringidos algunos de los derechos fundamentales para los europeos. Aquí es donde reside el principal escollo para los socios. La libertad de movimiento en la Unión Europea es otro de los límites claros. «Queremos escuchar a Cameron. Conocemos sus propuestas... Si son conformes con el acervo europeo, la negociación podrá concluir con éxito. Si no la negociación va a ser más difícil», adelantaba el presidente francés, François Hollande, a su llegada a la cumbre.

La disposición de abrirse a las peticiones de Cameron era total, pero desde la determinación de salvaguardar los intereses del conjunto de la UE. El interés general pasa por mantener a Reino Unido en la Unión Europea, pero no parece que vaya a ser a cualquier precio. «Queremos a Reino Unido dentro de la Unión, pero al mismo tiempo las libertades fundamentales, los principios básicos de la UE no se pueden restringir», señalaba Angela Merkel.

El pesimismo mostrado por el presidente del Consejo Europeo antes de la cumbre cambiaba después de la reunión. El trabajo para llegar a un acuerdo que satisfaga a todas las partes comienza ahora y tendrá que estar listo en febrero. Será entonces cuando se pueda hablar de un acuerdo o no con Reino Unido, antes de que se celebre el referéndum. Ayer era el momento de preparar el terreno, aunque la cuestión británica no es la principal preocupación en la Unión Europea.

La lucha contra el yihadismo o gestionar la crisis de los refugiados son los desafíos prioritarios para la Unión Europea. Sobre ambas cuestiones, los veintiocho líderes de la UE aceptaron estudiar con urgencia la propuesta de la Comisión Europea de crear una guardia europea de fronteras. «El Consejo debe continuar el trabajo sobre el mecanismo de recolocación, teniendo en cuenta la experiencia y la lista de países seguros de origen. Debería también examinar rápidamente la propuesta de la Comisión del 15 de diciembre sobre una guardia europea de fronteras bajo la Presidencia holandesa, que concluye el próximo mes de junio. La Comisión presentará de forma urgente la revisión del sistema de Dublín, mientras tanto se aplicarán las normas existentes», señalaban las conclusiones de la cumbre. A pesar del impulso de este proyecto que buscan países como Francia y Alemania, no hay consenso en los Veintiocho para lanzar sin dilación una fuerza europea que puede llegar a invadir competencias nacionales.

Mientras, Alemania, como el principal receptor de refugiados en la UE, encabeza una coalición de once Estados miembros para acoger a una parte de los 2,2 millones de sirios que ya se encuentran en Turquía. Para ello, Merkel se reunió ayer junto a sus homólogos de Austria, Francia, Grecia, el Benelux, los países escandinavos y Bélgica.