Crisis migratoria en Europa
La UE desoye las denuncias sobre las devoluciones en caliente de Turquía
Amnistía denuncia expulsiones de refugiados desde suelo turco a campos de acogida en Siria sin respetar las bases del acuerdo
Amnistía denuncia expulsiones de refugiados desde suelo turco a campos de acogida en Siria sin respetar las bases del acuerdo
La Unión Europea sigue adelante con su plan suscrito por Turquía, a pesar de las críticas de Amnistía Internacional (AI) y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos sobre el trato vejatorio a los inmigrantes. A partir del próximo lunes, comenzarán las devoluciones de aquellos refugiados sirios y migrantes sin derecho de asilo que hayan sido interceptados en las islas griegas, aunque estos podrán solicitar a los jueces griegos una revisión de su caso particular. Grecia, en un procedimiento de urgencia, aprobó ayer en su Parlamento un cambio en sus leyes para considerar a Turquía «como tercer país seguro». Un requisito imprescindible para que la Unión Europea, en ausencia de una lista común de «países seguros», puede poner en marcha estas deportaciones. El propósito es frenar la llegada de demandantes de asilo a cambio de un proceso de reasentamiento voluntario desde países terceros como la propia Turquía o el Líbano.
En su informe, Amnistía Internacional asegura que las autoridades turcas han estado deteniendo y expulsando a Siria cada día a grupos de unos cien hombres, mujeres, niños y niñas sirios desde mediados de enero. «Lejos de presionar a Turquía para que mejore la protección que brinda a las personas refugiadas sirias, lo que está haciendo la UE en la práctica es incentivar lo contrario», denunció John Dalhuisen, director para Europa y Asia Central de AI. «Parece sumamente probable que, entre las últimas siete o nueve semanas, Turquía haya devuelto a Siria a varios miles de personas refugiadas. Si el acuerdo sigue adelante según lo previsto, existe un riesgo muy real de que algunas de las personas que la Unión Europea devuelva a Turquía corran la misma suerte», advirtió Dalhuisen.
La investigación de esta ONG muestra también que las autoridades turcas han reducido el registro de personas refugiadas sirias en las provincias de la frontera sur. El registro es necesario para acceder, por ejemplo, a servicios básicos. AI explica el caso de una mujer que necesitaba cirugía de urgencia para salvar la vida y le fue denegada la asistencia médica por no estar registrada. Finalmente, esta mujer pudo registrarse en otro lugar y recibir el tratamiento que pudo salvar su vida. AI denuncia, según los testimonios de refugiados en la provincia fronteriza con Siria de Hatay, que algunos sirios que intentaban registrarse han sido detenidos y devueltos al país en guerra junto con otros refugiados a los que se había encontrado sin sus documentos.
Pago de 1.000 dólares a las mafias
El aumento de las medidas de seguridad en la frontera turca y la falta de medios regulares para cruzar han empujado a los sirios a las manos de los traficantes, que exigen al menos 1.000 dólares estadounidenses por persona para introducirlos en Turquía.
Entre los casos documentados por Amnistía Internacional destaca el de tres niños sirios detenidos mientras jugaban en un parque en Antioquia (Turquía) y que posteriormente fueron devueltos por las autoridades turcas sin sus padres. Los menores, de 9, 10 y 11 años, están viviendo ahora solos en el campo de refugiados de Atman en la provincia de Idlib. Escenas de una extrema dureza para quienes escapan de la guerra.
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