La UE rechaza una intervención militar de EEUU en Venezuela

Maduro bloquea el paso del primer camión con ayuda humanitaria en la frontera colombiana.

El puente Las Tienditas es un hervidero. La estructura que conecta a Venezuela con Colombia es una vía construida, pero nunca inaugurada, entre ambas naciones que ahora es el foco del intercambio bilateral. Es allí donde el Gobierno de Nicolás Maduro ha bloqueado el paso y a donde varios venezolanos se han acercado para pedir a funcionarios colombianos que no desistan en el envío de ayuda humanitaria.

José Fabián Acevedo, coordinador de la ONG Canadian Human Rights International Organization (CHIO) llamó a Maduro a «que sea consciente de todo el daño que le está ocasionando al pueblo venezolano. Es una violación de los derechos humanos impedir el paso de la ayuda. Le pedimos que autorice de inmediato el retiro de los contenedores que se han atravesado a lo largo de este puente». Otra llamada fue a los venezolanos necesitados a no caer en posibles estafas que se estarían fraguando para obtener la ayuda. Se refería a lo ocurrido con supuestos integrantes de agencias humanitarias que recopilaron datos de más de 1.000 venezolanos para un censo de beneficiarios urgentes, en el paso fronterizo del puente Francisco de Paula Santander, que resultó ser falso.

Entretanto, los puestos de asistencia primaria en ese lugar, así como el ubicado en el puente internacional Simón Bolívar, siguen abarrotados de venezolanos. La Cruz Roja Internacional, que se encuentra apostada informó de que cuentan con un plan de contingencia para la atención primaria, en caso de presentarse alguna eventualidad bélica en el lugar.

Más allá, en Cúcuta, arribó el primer cargamento de ayuda humanitaria enviados por la agencia USAID (la agencia estadounidense para el desarrollo internacional). La ciudad colombiana es uno de los tres puntos de acopio, junto a Brasil y Puerto Rico. De esa isla partió también un avión cargado de bienes. LA RAZÓN tuvo acceso al plan diseñado por la Asamblea para la asistencia humanitaria, que detalla entre los insumos básicos esperados cantidades de harina de maíz enriquecido, arroz, pasta, granos, aceite y azúcar.

Por otra parte, el drama humano de Venezuela fue centro del discurso de la alta representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior y de Seguridad, Federica Mogherini, quien asistió a la reunión convocada en Montevideo (Uruguay) para establecer un Grupo de Contacto sobre Venezuela que atienda «una situación que corre riesgo de desestabilizar a la región y no solamente la región». La representante europea pidió un esfuerzo común para permitir que la ayuda humanitaria llegue a Venezuela.

La cita, que reúne a una docena de ministros de Exteriores de países latinoamericanos y europeos, busca «contribuir a una solución política y pacífica» de la crisis. Aclaró Mogherini que el objetivo no es establecer una mediación ni una negociación directa con factores internos. «Es fundamental evitar la violencia interna y la intervención externa y abrir un camino para un proceso político creíble que conduzca a una elecciones anticipadas». En esa mesa estuvieron sentados representantes de países como Bolivia –aliado de Maduro–, Uruguay, México e Italia, que no han reconocido a Juan Guaidó, y también de Francia, España, Alemania, Reino Unido, Costa Rica, Países Bajos, Portugal, que sí reconocen al presidente «encargado».