Siria
La vida después del Estado Islámico
El rostro de una mujer anciana rezuma dicha, mientras por su boca expira una bocanada de humo del primer cigarro que se ha podido fumar en dos años sin miedo a recibir latigazos. Burkas ardiendo en llamas. Hombres rasurándose las barbas... Son las imágenes de felicidad y alegría de los habitantes de Manbij, que ayer celebraron la liberación de esta localidad fronteriza con Turquía en la provincia de Raqa, bastión sirio de Estado Islámico (EI).
Tras dos años bajo el puño de hierro del temido grupo yihadista, las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), liderada por los kurdos, recuperaron este viernes los últimos reductos yihadistas que quedaban en la localidad. En su retirada los combatientes del EI han liberado a cientos de civiles que los yihadistas habían tomado como escudos humanos, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH). Asimismo, fuentes de las FDS precisaron que de los 2.000 que habían sido tomados como rehenes el viernes, entre ellos muchas mujeres y niños, «una parte pudo escapar por su cuenta huyendo por la carretera que lleva a Jarablous mientras que otros fueron liberados».
No obstante, no pudieron precisar si todos han sido puestos en libertad, pero sí que toda la ciudad de Manbij está bajo su control. «Ha sido una batalla muy dura», dijo un combatiente kurdo, al tiempo que explicó que «los yihadistas han sembrado de minas la ciudad». La ofensiva para recuperar Manbij empezó el 31 de mayo y en más de dos meses de batalla, 437 civiles han muerto, entre ellos 100 niños, en la ciudad y sus alrededores. Las bajas se elevan a 300 en las filas de la FDS y a un millar entre los yihadistas. Para los yihadistas, la pérdida de este estratégico bastión en la frontera es el peor golpe que sufre el EI por parte de las fuerzas kurdas. Tras los reveses sufridos en los últimos meses, el EI controla ahora el 35% del territorio sirio frente al 50% que dominaba en el 2015.
Mientras, en el vecino Irak, las tropas gubernamentales con el apoyo de ataques aéreos de la coalición internacional, recuperaron ayer varias aldeas cercanas a la antigua base aérea de Gayara, a las afueras de Mosul, informó una fuente castrense al portal de noticas kurdo Rudaw. En los combates que comenzaron el viernes y se extendieron hasta ayer por la mañana, el Ejército iraquí mató a cerca de sesenta yihadistas.
Las aldeas liberadas son Al Imam Garbi, Al Marir, Al Taleá y Al Bezayela, a unos 55 kilómetros al sur de Mosul, capital de Nínive, dijo Tahseen Saeed, un oficial iraquí. «El EI trató de detener el avance del Ejército iraquí atacando con terroristas suicidas. Siete kamikazes se inmolaron, sin causar bajas entre las fuerzas iraquíes», indicó Saeed. El oficial iraquí agregó que «las tropas siguen avanzando y equipos de ingeniería comenzaron a desactivar los explosivos que los militantes del EI habían dejado atrás».
Por su parte, la aviación de la coalición lanzó más de treinta ataques contra los yihadistas. Anteriormente conocida como la base aérea de Saddam, la base de Gayara ha sido utilizada por los yihadistas como un centro de fabricación de bombas, según las autoridades militares. Las fuerzas iraquíes lanzaron una operación en febrero hacia el bastión del EI de Mosul, donde han recuperado más de una docena de pueblos desde entonces.
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