Elecciones en Reino Unido
La vieja guardia «blairista» culpa a Miliband de la debacle
Los laboristas británicos se lamen las heridas tras obtener su peor resultado electoral desde 1987. La vieja guardia del ex primer ministro Tony Blair se ha paseado el domingo por los medios de comunicación para culpar de la derrota al dimisionario Ed Miliband. La puñalada más profunda fue infringida por el ex ministro Peter Mandelson, «cerebro gris» del Nuevo Laborismo que llevó a Blair a ganar tres elecciones. En su opinión, Miliband perdió el 7-J por no haber pedir perdón al electorado por la subida vertiginosas del déficit público cuando estalló la crisis financiera en 2008, lo que restó al partido credibilidad para gestionar la economía.
«Nos enviaron a casa en 2010 en una especie de gigantesco experimento político en el que nos mandaron que agitáramos los puños con enojo a los ‘tories’ desagradables esperando que la gente se diera cuenta de lo mucho que nos habían echado de menos», declaró el ex ministro de Negocios a BBC1. «No nos echan de menos. En su lugar, arrancaron las cuerdas que colgaban de nuestros hombros», explica.
A la espera de que esta semana la dirección del partido se reúna para decidir el calendario para elegir al nuevo líder, los primeros aspirantes empiezan a mover ficha, especialmente los más próximos al «blairismo», convencidos de que el Partido Laborista sólo volverá a ganar las elecciones si gira hacia el centro. El propio Blair trató de darles ánimos con un artículo en «The Observer» en el que insta al laborismo a buscar un nuevo espacio más allá de las «fronteras de la izquierda y la derecha tradicionales».
La primera que ha anunciado su deseo de convertirse en la primera líder laborista ha sido la diputada de 43 años Elizabeth Kendall, que antes de entrar en política dirigió un servicio de ambulancias. Cercana a Blair y a la presidenta provisional, Harriet Harman, reconoció en la BBC que será «fenomenalmente difícil» renovar el partido y estar listos para batir a los «tories» en 2020. En declaraciones a «The Sunday Times», Kendall también hizo hincapié en el punto débil de la campaña: «Creo que hemos perdido porque la gente no confió en nosotros en materia económica. Pensaron que no entendemos su forma de vivir, ni compartimos sus valores y aspiraciones». Otra esperanza laborista es el portavoz de Negocios, Chuka Umunna, un negro de 36 años de padre nigeriano y madre irlandesa. «Somos laboristas porque apoyamos a los trabajadores, pero no podemos defenderlos si no nos dirigimos también a la gente que crea esos puestos de trabajo», sostiene.
Mandelson reclama un verdadero debate entre los aspirantes para evitar los errores de 2010, cuando Miliband fue elegido gracias al voto de los sindicatos frente a su hermano David.
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