Criminalidad

Las ciudades, nuevo campo de batalla

Según «The Economist», de las 560.000 muertes violentas en todo el mundo registradas en 2016, el 68% fueron asesinatos. Las guerras causaron solo el 18% de las muertes

La Policía inglesa examina el lugar donde un adolescente fue asesinado en Londres esta semana
La Policía inglesa examina el lugar donde un adolescente fue asesinado en Londres esta semanalarazon

Según «The Economist», de las 560.000 muertes violentas en todo el mundo registradas en 2016, el 68% fueron asesinatos. Las guerras causaron solo el 18% de las muertes.

En menos de 100 días, 52 personas han sido asesinadas en Londres en una ola de crímenes que ha despertado todas las alarmas en Inglaterra. Por primera vez en la historia contemporánea, hay más violencia en la capital británica que en Nueva York, dos urbes muy semejantes en cuanto a nivel de población con alrededor de 8,5 millones de habitantes. Los asesinatos han crecido un 40% en Londres tan sólo durante los últimos tres años, unas cifras en las que no se incluye a las personas víctimas de actos terroristas. Según «The Independent», esto supone que cada 3 días alguien es apuñalado con consecuencias mortales en la ciudad del Támesis, una situación que podría estar motivada por un conflicto entre bandas callejeras que la Prensa inglesa identifica como el «resurgir de las guerras de código postal».

La situación criminal en Londres pone de relieve una tendencia creciente en otras partes del mundo: las guerras entre países y dentro de ellos se están volviendo cada vez menos comunes y menos mortales. Sin embargo, los asesinatos en ciudades en desarrollo son ahora la principal «arma letal» para la población. Según «The Economist», de las 560.000 muertes violentas en todo el mundo registradas en 2016, el 68% fueron asesinatos. Las guerras causaron solo el 18% de las muertes.

Las olas de violencia están comenzando a ascender en partes del sur de África, Medio Oriente y Asia aunque siempre han sido una epidemia constante en Latinoamérica, donde reside el 8% de la población mundial, pero se registran el 38% de los homicidios cometidos en todo el mundo.

Contando los costes policiales, hospitales, ingresos perdidos de las víctimas... la cuenta del crimen violento representa el 3,5% de su PIB.

La mayoría de los ataques cometidos en los últimos meses en Londres son con arma blanca. Este tipo de delitos ha aumentado en los últimos doce meses en un 6%. No obstante, también se han registrado siete víctimas mortales por herida de bala. En algunos barrios, las pistolas pueden conseguirse por menos de lo que cuesta el abono de transporte, alrededor de 260 euros.

Once de los asesinados en los últimos meses en la capital británica eran adolescentes, pero la mayoría de las víctimas rondaba los 40 años y eran hombres. Si bien los distritos del noreste son los más afectados, los trágicos episodios se reparten por todos los barrios de la ciudad.

Es jueves por la tarde y la salida del metro de Hackney Central está concurrida, como siempre. En los últimos años, este barrio al noreste de Londres ha sufrido una gran transformación: de no poder pasear tranquilo por la noche por miedo a tener algún problema a tener que hacer cola en los clubes de moda y teatros independientes que poco a poco han ido tomando las calles. Y, sin embargo, aquellos que salían de la estación este jueves se encontraban con una imagen inusual. Vecinos de todas razas y edades formaban un gran círculo, agarrados de la mano. La concentración tenía lugar a escasos metros del sitio donde un joven llamado Israel Ogunsola, de 18 años, había sido apuñalado el día anterior. El lunes, otro muchacho, Amaan Shakoor, de 16 años, había recibido también un tiro mortal.

Los organizadores de la protesta pacífica, Guiding A New Generation –conocidos como G.A.N.G (en alusión a banda en inglés)– piden a los residentes que compartan sus historias a través del megáfono que se deja dentro del círculo.

Un activista llamado Boogz es el primero que toma la palabra: «Debemos guiar a estos chavales para hacerles saber que su vida no va en la dirección correcta». «Toda la música que escuchan que glorifica este tipo de cosas, todo el dinero que ven, todos los automóviles que ven conducir a estas personas... se les vende una mentira, se les está vendiendo una narrativa falsa y estamos aquí para cambiar las cosas por ellos», añade. Tras Boogz, un chico que se presenta como Scripture explica cómo ha visto de cerca asesinatos. «No es un espectáculo bonito», asegura. Pero, esa misma tarde, mientras los vecinos de Hackney comparten sus vivencias y sentimientos, otras siete personas son atacadas en diferentes puntos de la ciudad con arma blanca en un espacio de tiempo de apenas 90 minutos. La víctima más joven tan sólo tiene 13 años. Al cierre de esta edición, estaba en condición «seria, pero estable».

Desde el Gobierno se cree que esta situación es insostenible y que es necesario hacer un cambio para luchar contra la violencia. El diputado de la oposición laborista David Lammy culpa al rápido crecimiento del mercado de drogas ilícitas y a los recortes a los servicios públicos.

El número de agentes de Policía en Inglaterra y Gales ha descendido en 21.500 desde los recortes acometidos en 2010. En este sentido, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, afirma que la austeridad es la responsable, ya que «los recortes del gobierno han mermado los servicios para los jóvenes londinenses».