Alemania

Las claves del vergonzoso manifiesto antisemita del autor del ataque de Halle

Stephan Balliet, el presunto autor del atentado neonazi en Alemania, deja varias invectivas como: “Si cada hombre blanco mata solo a uno, nosotros ganamos”

Uno de los disparos en el escaparate del kebab que atacó/ EFE
Uno de los disparos en el escaparate del kebab que atacó/ EFElarazon

Stephan Balliet, el presunto autor del atentado neonazi en Alemania, deja varias invectivas como: “Si cada hombre blanco mata solo a uno, nosotros ganamos”

Las autoridades alemanas siguen investigando la autenticidad del manifiesto redactado por Stephan Balliet, de 27 años, el presunto autor del atentado que dejó dos muertos en Halle, al este de Alemania.

El escrito, que fue descubierto por expertos del Centro Internacional de Estudios de Radicalización (ICSR) de Londres en un foro en internet de extrema derecha y fue redactado en inglés, consta de tres documentos en PDF, y fue bautizado por el autor como “El Plan”.

En él se describe con todo lujo de detalle cuál sería su itinerario, las armas que iba a usar y las posibles complicaciones que podrían surgir a la hora de llevar a cabo el atentado.

Además del manifiesto, Balliet también transmitió en directo el atentado mediante la plataforma “Twitch”. Las imágenes fueron tomadas por una cámara que llevaba adosada al casco. El vídeo permaneció en la web durante aproximadamente media hora, tiempo en el que fue visto por unas 2.200 personas.

En el primer párrafo, se lamenta con sorna de las medidas de seguridad que rodean a su objetivo, la sinagoga de Halle: “Por algún motivo (jaja) las medidas de seguridad son bastante serias”. Por lo que plantea un plan alternativo.

La idea era que, si él no podía entrar, tendría que “persuadir a las ratas para que saliesen”. Con este objetivo, se plantea la posibilidad de incendiar el templo con granadas y cócteles “molotov”.

Ante la pregunta que él mismo se plantea sobre el motivo por el que eligió ese objetivo en concreto, contesta: “Es la localización más cercana con una gran población de judíos, tan simple como eso”. Aunque también aclara que se le pasó por la cabeza cambiar su objetivo y atacar o bien “una mezquita, o un centro de ‘cultura’ antifa (antifascista), que están menos defendidos, pero aún matando a 100 ‘golems’ no lograría marcar la diferencia, cuando en un solo día llegan más que esos a Europa”.

A continuación, explica el motivo por el que decide realizar el ataque: decapitar a la serpiente del ZOG (las siglas en inglés de una teoría conspirativa que defiende la existencia de un Gobierno de Ocupación Sionista).

Es inevitable recordar otros casos similares, como los perpetrados por Anders Breivik (un hombre noruego que mató a 77 personas), Brenton Tarrant (que dejó 51 muertos en dos mezquitas de Nueva Zelanda), o Dylan Roof (que mató a 9 personas en una Iglesia de Charlestown, en Estados Unidos).

Todos ellos dejaron un manifiesto en el que advertían del reemplazo de los blancos por extranjeros.