Las FARC reconocen su responsabilidad con las víctimas

La narcoguerrilla de las FARC jugó su última carta antes de las elecciones del 15 de junio reconoció por primera vez a sus víctimas. Un lobo con piel de cordero que ha esperado medio siglo antes de admitir su papel como verdugo. La banda armada y el Gobierno de Colombia sentaron además las bases y los mecanismos para agilizar en La Habana las conversaciones de paz. Los diez principios acordados incluyen el reconocimiento de las víctimas, la satisfacción de sus derechos, su participación en el análisis, su reparación y seguridad. También figuran en la agenda el reconocimiento de la responsabilidad de los contendientes en el conflicto, el esclarecimiento de la verdad, la reconciliación entre todos los colombianos y la eliminación de las condiciones que generan conflictos armados y víctimas.

El acuerdo prevé también la constitución de varias comisiones que agilicen el proceso, recibir en la Mesa de La Habana a una representación «equilibrada» de las víctimas y la realización de tres foros de víctimas en Colombia a partir del 4 de julio, uno de ellos de carácter nacional. En 26 ciclos concluidos, ambas partes han consensuado tres de los seis puntos de la agenda prevista: reforma rural, participación política y drogas. Quedan pendientes la cuestión del abandono de las armas, de las víctimas y el mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo.

Este anunció llega a una semana de la segunda vuelta de las presidenciales, en las que el actual mandatario, Juan Manuel Santos, debe enfrentar en las urnas al derechista Iván Zuluaga. Una elección que ha sido presentada como un plebiscito del proceso de paz que promueve Santos. A este respecto, es difícil separar el comunicado de la campaña política. El reconocimiento de las victimas ha sido interpretado por la oposición como un guiño enviado por la guerrilla Santos para agilizar el diálogo.