Unión Europea
Las mafias ganan 5.300 millones con el tráfico de personas a la UE
El 90% de los migrantes que llegan a suelo europeo recurren a estas organizaciones criminales, según un informe de Europol
El 90% de los migrantes que llegan a suelo europeo recurren a estas organizaciones criminales, según un informe de Europol
La crisis de refugiados que pone contra las cuerdas la capacidad de acogida del Viejo Continente tiene un claro ganador: las mafias que campan a sus anchas. Así se desprende del informe hecho público ayer por Europol e Interpol en un trabajo conjunto. El texto asegura que hasta el 90% de las personas que intentar llegar a Europa lo hacen a través de estas redes de traficantes de personas y que los ingresos por esta actividad criminal son muy sustanciosos: entre 5.000 y 6.000 millones de dólares, lo que equivale a unos 4.400 o 5.300 millones de euros.
Una de las conclusiones más preocupantes a las que llega este informe es que los diferentes controles y muros de los países europeos no van a tener apenas repercusiones para frenar este fenómeno. Las mafias diversificarán sus rutas y ofrecerán diferentes alternativas, pero no dejarán de operar. Los traficantes de personas se organizan en una estructura de negocio multinacional, provienen de más de 100 países distintos e incluyen tanto a ciudadanos de terceros países como europeos. Estas mafias no viven únicamente de aprovechar el estado de extrema necesidad de los migrantes, también están conectadas con otras actividades ilícitas como drogas o explotación sexual. Esto complica la situación de aquellos demandantes de asilo que acuden a ellas, ya que pueden acabar explotándolos de diversas maneras en caso de que no puedan pagar sus deudas. En 2015, 220 traficantes identificados estaban relacionados con diferentes áreas delictivas. De éstos, el 22% estaba ligado a las drogas, el 20% al tráfico de personas, un 20% a delitos contra la propiedad y un 18% a la falsificación de documentos.
Sobre la forma de pago, el 52% de las transacciones se producen en metálico, el 16% son financiadas por familiares residentes en territorio europeo y en un 20% se recurre al sistema alternativo denominado Hawala, utilizado sobre todo en Turquía, Irak y otros países de Oriente Medio. El blanqueo de dinero tiene lugar en muchas ocasiones a través de negocios legales como restaurantes, empresas de transporte, catering o tiendas de alimentación para dar «una fachada de legitimidad» a estos ingresos.
Aunque Europol no tiene datos sobre esta realidad, no descarta que los yihadistas con propósito de atentar en suelo europeo recurran a estos traficantes y recuerda que dos de los atacantes el 13 de noviembre en París llegaron a la capital gala desde Grecia dentro de los grandes flujos de refugiados provenientes de Siria.
El informe no se limita a explicar lo que está pasando sino también las no muy esperanzadoras perspectivas de futuro. Se espera un incremento de las cifras y el texto recuerda que sólo en Libia hay 800.000 personas dispuestas a viajar a Europa. Los más vulnerables seguirán siéndolo. Los menores no acompañados están en riesgo de ser sexualmente explotados o igualmente verse obligados a integrarse dentro de estas redes como reclutadores de migrantes.
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