Asia

Golpe de estado

Las protestas dejan sin luz la Casa del Gobierno en Tailandia

Los manifestantes cortaron hoy la luz en la Casa el Gobierno en Bangkok y escalaron los muros de la oficina de la primera ministra tailandesa, mientras el líder de las protestas rechaza la solución de los comicios anticipados y trata de ganarse al Ejército para su causa.

Miembros de la Red de Estudiantes y Personas para la Reforma de Tailandia intentaron que la policía que protege la Casa del Gobierno se retirase y le dieron un plazo de una hora para hacerlo, según los medios locales.

Pasado el mediodía, y ante la negativa de los agentes a marcharse, los manifestantes retiraron parte de la cerca de alambre y cortaron los cables del tendido eléctrico.

Otro grupo de opositores, por su parte, escaló los muros de la oficina de la primera ministra, Yingluck Shinawatra, y entró en el recinto, aunque se marchó poco después.

Yingluck intentó hoy restablecer el diálogo con los manifestantes, apoyados por el Partido Demócrata, e invitó a todas las formaciones políticas y sectores de la sociedad a reunirse el domingo próximo en el Centro Nacional Reina Sirikit de Bangkok para buscar una solución consensuada a la crisis.

El líder de la movilización antigubernamental, el ex viceprimer ministro Suthep Thaugsuban, espera poder reunirse esta tarde con los militares y la policía para exponerles la necesidad de abordar reformas políticas antes de la celebración de las elecciones anticipadas que Yingluck convocó el lunes.

El portavoz del Ejército, Winthai Suwari, dijo al diario "Bangkok Post"que los responsables de las Fuerzas Armadas se reunirían para decidir si acuden a la cita con Suthep, una posibilidad que rechazó anoche el jefe del Ejército, el general Prayuth Chan-ocha.

Otro de los planes que tiene el jefe de las protestas es reunirse con el sector privado opuesto al Gobierno actual.

El general retirado Boonlert Kaewprasit, líder del grupo ultraconservador Pitak Siam (Protege Siam), entregó hoy su apoyo al Comité Popular de Reforma Democrática, del que Suthep es secretario general.

El Gobierno de Yingluck y los "camisas rojas"siguen las acciones de Suthep sin adoptar medidas drásticas.

Sobre el líder de la movilización antigubernamental pesan dos órdenes de arresto: una por sedición y otra por destrucción de propiedad pública.

Suthep, además, debería haber comparecido esta mañana en los juzgados de lo penal de Bangkok imputado en relación con la muerte de dos tailandeses durante las protestas que llevaron a cabo los "camisas rojas"en 2010 para derribar el Gobierno.

El entonces viceprimer ministro requirió al tribunal posponer su comparecencia porque ahora tenía "otros compromisos", según el diario tailandés The Nation.

Sí se personó el primer ministro durante aquellas protestas, Abhisit Vejjajiva, líder del Partido Demócrata, quien salió bajo fianza y sin posibilidad de abandonar el país hasta al 24 de marzo de 2014, cuando se celebre la próxima vista.

Los "camisas rojas", agrupados en el Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura y confiados en la fuerza de su número, apoyan la vía de las elecciones anticipadas y han dicho que saldrán a las calles a luchar con los seguidores de Suthep si no se celebran.

En este panorama, el Banco Asiático de Desarrollo ha reajustado a la baja la proyección de crecimiento de la economía de Tailandia para este año, del 3,8 al 2,9 por ciento, y el próximo, del 4,9 al 4,7 por ciento.

El servicio de inversión de la agencia calificadora Moody's presentó este jueves un informe que pronostica que las elecciones anticipadas en Tailandia no resolverán la crisis y que "las protestas antigubernamentales continuarán porque los manifestantes no aceptan un sistema democrático basado en una mayoría detentada por sus oponentes".

Tailandia arrastra una profunda crisis desde el golpe militar incruento que en 2006 destituyó a Thaksin Shinawatra, hermano mayor de Yingluck, cuando cumplía su quinto año como jefe del Gobierno.

Desde entonces, los seguidores y detractores del exmandatario que vive en el exilio luchan por el poder con frecuentes manifestaciones y protestas callejeras que buscan paralizar al Gobierno de turno.