Lombardía y Véneto exigen más autogobierno

La participación en los referéndum convocados por las regiones italianas de Lombardía y Véneto (norte) para reclamar al Estado mayores competencias y autonomía se situó al mediodía en el 9,96% en la primera y en el 21,1% en la segunda.

La participación en los referéndum convocados por las regiones italianas de Lombardía y Véneto (norte) para reclamar al Estado mayores competencias y autonomía se situó al mediodía en el 9,96% en la primera y en el 21,1% en la segunda. De acuerdo a los datos oficiales, a las 12.00 locales (10.00 GMT), en Lombardía han votado 783.843 electores, el 9,96% del total, y la participación más baja se registró en su capital, Milán, con 185.826 votos, un 7,56% del total.

En Véneto se situaba en el 21,1 % de las personas con derecho a voto. Los colegios electorales permanecerán abiertos hasta las 23.00 locales (21.00 GMT) en ambas regiones. Sendos referéndum, consultivos y no vinculantes, han sido convocados por estas dos ricas regiones italianas, gobernadas por la xenófoba Liga Norte, para recabar respaldo popular y emprender así una negociación con el Gobierno para reclamar nuevas competencias. Por eso es crucial el dato de la participación y, en este sentido, se han establecido criterios distintos: mientras que en Veneto deberán votar más de la mitad de los electores, en Lombardía no se ha estipulado quórum alguno.

Las consultas han sido criticadas por su coste -50 millones en Lombardía y 14 en Véneto- y porque la Constitución contempla cauces para negociar con el Estado sin tener que celebrar un plebiscito, tal y como ha hecho la región de Emilia Romagna (centro).

El ministro de Agricultura italiano, Maurizio Martina, rechazó en Facebook esta consulta, denunció "el derroche de tiempo y dinero"y la calificó de "falsa propaganda", al destacar que se produce a pocos meses unas elecciones generales, a partir de febrero de 2018, y de las elecciones regionales de Lombardía. Ya han votado el presidente de Lombardía, Roberto Maroni, y el de Véneto, Luca Zaia, así como el líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, que ha apartado el discurso regionalista con el que fue fundada su formación política, que reclamaba la independencia del norte italiano, para aspirar a alcanzar el Gobierno central.

Por eso Salvini llamó a votar y a "apoyar esta batalla"que a su parecer fomentará "una política más eficiente, más honesta, concreta y próxima a los ciudadanos"y se mostró partidario a promover estas consultas en otras regiones de Italia, también en el sur.

Los italianos Lombardía y Véneto deberán decidir si solicitan más autonomía al Gobierno italiano. Aunque en un primer momento el partido Liga Norte, que gobierna ambas regiones, pretendió en su momento una consulta relativa también en materia fiscal; la votación se centra principalmente en el ámbito de la sanidad, la educación y el medio ambiente entre otras tantas materias.

Para los expertos más críticos, según lo publicado estos días por el diario «La Repubblica», el referéndum es una excusa de la Liga Norte «para promocionarse, con una operación propagandística con dinero público». En cualquier caso, la consulta no será vinculante, pero tendrá un fuerte valor político y mediático en el rol que querrá tener la Liga Norte con cualquiera de los Gobiernos que puedan surgir a partir de esta primavera tras las elecciones generales italianas. Por otra parte, es la primera vez que se convoca un referéndum de estas características en Italia. sin embargo, los principales partidos italianos presentes en ambas regiones, están de acuerdo con el «Sí»: Forza Italia (Silvio Berlusconi), Partido Democratico (Matteo Renzi), Movimiento 5 Estrellas (Beppe Grillo) y obviamente Liga Norte.

«¿Quieres que a la Región del Véneto se le atribuyan ulteriores formas y condiciones de autonomía?», es la pregunta clara y directa formulada desde el Gobierno regional con sede en Venecia. La pregunta presente en el referéndum lombardo, sigue la tradición italiana, que apuesta por un estilo a la vez completo y enrevesado: «¿Quiere Usted que la Región de Lombardía, considerando su especialidad, en el marco de la unidad nacional, arranque las iniciativas institucionales necesarias para solicitar al Estado la atribución de ulteriores formas y condiciones particulares de autonomía, con los respectivos recursos, tomando como referencia el Artículo 116 de la Constitución?».

¿Tiene algo que ver este referéndum con lo ocurrido en Cataluña el pasado 1 de Octubre? En absoluto, y los medios de comunicación italianos no han perdido la ocasión para explicarlo debidamente en las últimas semanas. No obstante, la actualidad catalana, a nivel internacional, ha metido en el mismo saco también la consulta lombarda y véneta de hoy, que sin embargo ha sido avalada por las instituciones democráticas italianas. Por esta razón, los presidentes regionales Roberto Maroni y Luca Zaia, de Lombardía y Véneto respectivamente, en las últimas semanas han reiterado una y otra vez a los medios que se trata de un referéndum «radicalmente diferente» al de Cataluña, ya que está «perfectamente en línea con la Constitución italiana» y «no pretende ninguna independencia».

Ahora bien, siempre queda la duda, para algunos, de si, en efecto, la «autonomía» de hoy es la excusa, pensando en varias décadas, para justificar una «independencia» a favor de la «Padania», esa extraña tierra que, según los «leguistas», nace del río Po. Lo que sí es cierto es que, por el momento, el actual líder de la Liga Norte a nivel nacional, Matteo Salvini, se mantiene firme en la idea de que su partido «no es independentista», sino «federalista». Todo ello, basándose en la idea de que los recursos de las regiones más productivas deben quedarse en las mismas; tratando de convencer también a las regiones del Sur de Italia, históricamente con menos recursos. En relación a la cuestión catalana, tal como afirmó recientemente en el Parlamento Europeo al que él mismo pertenece, según Salvini hay que «escuchar a los pueblos, sin dar palos».

¿Por qué, al contrario de Cataluña, el referéndum de Véneto y Lombardía no es ilegal? Porque la Constitución italiana prevé la posibilidad de un mayor grado de autonomía para las regiones que no disfrutan de un Estatuto especial, como es el caso de los territorios de Valle D’Aosta, Trentino-Alto Adige, Friuli-Venezia-Giulia, Cerdeña y Sicilia. Las dos consultas norteñas no serán vinculantes, no permitirán a ambas regiones tener un Estatuto especial y no cambiará el panorama de inmediato. Pero de ganar el «Sí», el Gobierno regional véneto y lombardo podrán empezar sus conversaciones con el Ejecutivo italiano para ir encaminando un mayor grado de autonomía. Pero eso sí, con una clara negativa en cuestiones de fiscalidad, seguridad e inmigración, los argumentos clave de la política de la Liga Norte. Igualmente, uno de los objetivos económicos de Véneto y Lombardía es reducir lo que se conoce como «residuo fiscal», así pues, la diferencia entre los impuestos pagados por dichas regiones y el gasto público del Estado en las mismas; y que se podría disminuir precisamente con un mayor grado de autonomía.