Disturbios
Los asaltantes de una comisaría de Armenia matan a un policía con un fusil de francotirador
Los secuestradores mantienen como rehenes a dos médicos y llevan atrincherados más de dos semanas
Los hombres armados atrincherados desde hace dos semanas en una comisaría de Ereván mataron hoy con un fusil de francotirador a un policía, poco después de que varios blindados se acercaran a la zona controlada por los asaltantes, informaron las autoridades de ese país.
El miembro de la policía militarizada Yura Tepanosián, de 30 años, que se encontraba en un automóvil, murió por el disparo de un francotirador desde el área controlada por el grupo armado. El coche se hallaba a unos 400 metros del edificio de la comisaría", dijo a medios locales el portavoz de la policía, Ashot Agarunián.
Las fuerzas de seguridad armenias dieron hasta las 16.00 hora local de hoy (13.00 GMT) para que los secuestradores, que mantienen como rehenes a dos médicos, entregaran las armas y se rindieran a las autoridades.
"En caso contrario, las fuerzas especiales están autorizadas a abrir fuego sin previo aviso y neutralizar a cualquier hombre armado que se encuentre en el territorio de la comisaría o en sus alrededores", advierte el texto del ultimátum difundido por el Servicio de Seguridad Nacional de Armenia (SSN, antiguo KGB).
Poco después de expirar el plazo, varios blindados llegaron a las inmediaciones de la comisaría, rodeadas por un nutrido cordón policial.
Pese a la muerte del agente, los disparos de los opositores armados y el fin del plazo dado por el SSN, la situación en estos momentos es de relativa y tensa calma, según informan medios locales.
La buena posición táctica del grupo armado y su acreditada experiencia militar, además de las armas en su poder, dificultan las posibilidades de las fuerzas de seguridad armenias para lanzarse a un asalto sin el riesgo de sufrir importantes bajas en sus filas.
Por si fuera poco, trece días después de que se hicieran con el control de la comisaría, los secuestradores parecen haberse ganado a muchos armenios pese a que mantienen como rehenes a un médico y una enfermera, que entraron en el edificio hace cuatro días para atender a varios asaltantes heridos.
Miles de ciudadanos salen todos los días a la calle para expresar su solidaridad con los asaltantes que se identifican con el partido opositor Parlamento Constituyente.
La última manifestación se saldó anoche con 165 detenidos y más de 60 heridos, dos de ellos graves, cuando la policía cargó contra centenares de opositores que lograron romper el cordón policial y se acercaron a la comisaría.
Los agentes de la ley emplearon granadas aturdidoras para dispersar a la muchedumbre y al menos cinco periodistas que cubrían la protesta resultaron heridos, tres de ellos por la explosión de los artefactos.
Otros dos informadores, de la emisora Radio Libertad, financiada por el Congreso de Estados Unidos, denunciaron en antena haber sido golpeados por varios agentes vestidos de civiles.
El grupo armado, integrado por una treintena de hombres curtidos en la guerra de Nagorno Karabaj, exige la liberación de su líder político, el opositor y veterano de guerra Zhirair Sefilián; y la dimisión del presidente armenio, Serge Sargsián.
Sefilián, veterano de la guerra por el control del enclave de Nagorno Karabaj, fue detenido el 20 de junio por tenencia ilegal de armas y explosivos, lo que es negado por sus partidarios, que acusan a las autoridades de perseguir a su líder.
Efe
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