Los iraníes avalan la tímida apertura de los reformistas

Récord de mujeres en el próximo Parlamento iraní, aunque aún son sólo 15 de 290. Figuras clave de los fundamentalistas se quedan sin escaño

El Ministerio del Interior iraní hizo públicos ayer los esperados resultados oficiales de las dobles elecciones. El mapa sigue dividido entre ultraconservadores y refomistas y moderados, pero sí que es cierto que los «principalistas» (como se autodenominan los inmovilistas) han retrocedido en todas las contiendas en las que se enfrentaban a un candidato menos retrógrado. Así, el movimiento respaldado por el presidente Hasan Rohani, más favorable a abrirse a Occidente, obtuvo 85 de los 290 escaños del Parlamento («majlis»), los conservadores moderados, que apoyaron la firma del acuerdo nuclear, 73 asientos y los ultraconservadores pasaron de 112 diputados a tan sólo 68. Según pudo saber LA RAZÓN, 59 diputados no han conseguido el 25% mínimo y tendrá que convocarse una segunda vuelta en abril. Los cinco restantes se otorgan por ley a las minorías religiosas. Si bien es cierto que ninguna de las tres fuerzas ha obtenido la mayoría, antes de los comicios los moderados rompieron con los «principalistas» y se espera que así los menos radicales puedan legislar.

En línea con los aires de cambio a los que aspira la mayoría de los habitantes de Teherán (en la capital ningún ultraconservador ha salido elegido) también cabe destacar el aumento de las mujeres elegidas. En el IX Parlamento fueron tan sólo nueve las diputadas que lograron un escaño, para el X ya hay 15 seguras, un récord para la República Islámica. Ocho de ellas iban en la «lista de 30» de los reformistas en la capital iraní, pero también en Ishafan, una de las ciudades más hermosas del país. Nahid Tajeddin y Minoo Khaleghi, ambas reformistas, lograron dos de los cinco escaños en liza. En Mashdad logró entrar una conservadora y todavía faltan cinco circunscripciones en los que una mujer será la que pase a segunda vuelta. Es decir, en total podrían llegar a ser 20 las parlamentarias iraníes.

«Más mujeres han sido elegidas porque el clima en general es más abierto que hace cuatro años», explica a LA RAZÓN la profesora Mirjam Kuenkler. Para esta experta en política iraní, «de momento Rohani no ha hecho demasiado por las mujeres en términos de cambios de política, pero el énfasis de su legislatura en general reside en la especialización, la tecnocracia y el mérito. En ese clima, las mujeres tienen más oportunidades, porque muchas están altamente clasificadas».

En cuanto a la Asamblea de Expertos, órgano clave que se encargará de vigilar y elegir (en caso de que fallezca) al próximo líder supremo hasta 2014, el varapalo para los ultraconservadores también ha sido sonado. En este selecto club de clérigos chiíes –sin mujeres, por cierto– la población iraní ha decidido que el 59% de los 88 elegidos sean moderados. Mohammad Yazdi, su presidente, un ayatolá de la línea dura, se ha quedado sin puesto y sin asiento. También el ayatolá antirreformista –a quienes acusa de ser la lista «británica»– Mohammad Taghi Mesbah-Yazdi, se ha quedado sin representación en la V Asamblea de Expertos. El clérigo más votado ha sido la figura del reformismo y ex presidente Ali Akbar Hashemi Rafsanjani, con 2.301.492 votos, en segundo lugar, Mohamad Agha Emami y en tercer lugar, el actual presidente Rohani con 2.238.166. Los «principalistas» sí han logrado, sin embargo que Ahmad Jannati entre en la Asamblea de Expertos. El ayatolá Jannati no es otro que el jefe del Consejo de Guardianes, la autoridad que prohibió que el 90% de los candidatos reformistas pudieran presentarse a las elecciones.