Bruselas

«El dolor de Bélgica es el dolor de España»

«Nuestra unidad está también en nuestra fortaleza contra la agresión a la vida, a la libertad y a nuestra convivencia en paz», han escrito en el libro de condolencias de la residencia del embajador de Bélgica.

El rey Felipe, en presencia de la reina Letizia y del embajador de Bélgica en España, Pierre Labouverie (i), firma en el libro de condolencias en la residencia del embajador.
El rey Felipe, en presencia de la reina Letizia y del embajador de Bélgica en España, Pierre Labouverie (i), firma en el libro de condolencias en la residencia del embajador.larazon

«Nuestra unidad está también en nuestra fortaleza contra la agresión a la vida, a la libertad y a nuestra convivencia en paz», han escrito en el libro de condolencias de la residencia del embajador de Bélgica.

«El dolor de Bélgica es también el dolor de España, y el dolor de Bruselas es el dolor de toda Europa», han escrito hoy los Reyes en el libro de condolencias de la residencia del embajador de Bélgica en España, Pierre Labouverie, con motivo de los atentados cometidos ayer en la capital belga.

Don Felipe y doña Letizia, ambos vestidos de luto en señal de duelo por las 34 víctimas de la masacre terrorista, han permanecido veinte minutos en la residencia del embajador, al que han expresado su apoyo y el de todo el pueblo español.

En el texto que ambos han firmado en el libro de condolencias han destacado: "Nuestra unidad está también en nuestra fortaleza contra la agresión a la vida, a la libertad y a nuestra convivencia en paz".

Y no han olvidado transmitir todo su cariño, solidaridad y apoyo a las familias afectadas y subrayar su "dolor"por las víctimas.

"Ante los terribles atentados terroristas perpetrados ayer en Bruselas queremos ante todo expresar nuestra condena y repulsa más firme", comienza el escrito de don Felipe y doña Letizia, quienes remarcan que "el dolor de Bélgica es también el dolor de España".

Antes de sus firmas, los Reyes dedican un párrafo para dejar patente su respaldo a los familiares de las personas que han fallecido y constatar su dolor por las víctimas, el cual concluyen con un "muy afectuosamente".

El embajador belga, Pierre Labouverie, les ha recibido a las puertas de su residencia oficial, situada en la madrileña calle de Padilla, y al que los Reyes se han desplazado en un coche oficial en el que ondeaba el pabellón de la Casa del Rey.

Don Felipe, con corbata negra, y doña Letizia, con expresión extremadamente seria y vestida completamente de negro, han saludado con afecto al embajador y junto a él han entrado en el palacete para mantener una breve entrevista.

Unos veinte minutos han permanecido en su interior, y tras firmar en el libro de condolencias, Pierre Labouverie les ha despedido a las puertas de la residencia antes de marcharse en el vehículo oficial ante los numerosos periodistas congregados en el lugar.

El jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, también ha acudido a la residencia del embajador para acompañar a don Felipe y doña Letizia y expresar igualmente sus condolencias.

Antes que los Reyes lo habían hecho el ministro de Educación en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, el presidente del Senado, Pío García-Escudero, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.