Los venezolanos recuerdan la masacre del «Caracazo» asfixiados por la represión

Cuando se cumplen 25 años del «Caracazo», el día en que cerca de un millar de venezolanos fueron asesinados a tiros por la Policía y militares durante las protestas contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez, los estudiantes volvieron a marchar ayer contra la represión del Gobierno. Los especialistas coinciden en que es difícil que se repita una tragedia de tal calibre, aunque también alertan de que a finales de los ochenta la sociedad venezolana no estaba tan polarizada como ahora.

«A 25 años del 'Caracazo', la brutalidad militar es peor», expresó Marino Alvarado, coordinador de la ONG Provea, al relacionar el trágico suceso con la crisis actual. Venezuela vuelve a vivir una tensión social y política creciente un cuarto de siglo después. Por este motivo, el presidente Nicolás Maduro decretó que ayer y hoy son jornadas «no laborables», por lo que los venezolanos tendrán seis días consecutivos de asueto. El Gobierno pretende que gracias al largo puente la crispación en la calle disminuya. «Yo no quiero un estallido social», dice el líder de la oposición, Henrique Capriles. El gobernador de Miranda advertía que muchas de las condiciones que provocaron el «Caracazo» «siguen estando allí», y por ello pidió tomar medidas. Maduro dijo ayer que «hace 25 años el pueblo rompió amarras y dijo 'basta de neoliberalismo', por lo cual fue masacrado, pero no derrotado. Ahí empezó esta revolución bolivariana». El chavismo había convocado a sus simpatizantes por los 25 años de la «primera insurrección popular contra el neoliberalismo».

Todo venezolano en edad de recordarlo teme una repetición de ese «día que bajaron los cerros», cuando muchos habitantes de los barrios pobres que cubren las colinas de Caracas se abalanzaron sobre la ciudad en un frenesí de saqueo y rapiña que terminó con una ola de represión y muerte.

Después de un primer mandato muy positivo, Carlos Andrés Pérez asumió el segundo en un contexto económico similar al que recibió Maduro al asumir la Presidencia en marzo de 2013. Agobiado por la economía, Pérez decidió subir las tarifas del transporte público y la gasolina.

Durante esos disturbios se empezó a generar el movimiento que más tarde inspiraría a Hugo Chávez. El 27 de febrero de 1989, un grupo de militares al que pertenecía el fallecido comandante se negó a empuñar las armas contra el pueblo y empezó a acelerar la conspiración que desembocaría en el fallido golpe de Estado de 1992. La historia se repite, pero con los estudiantes en las calles y el Gobierno como verdugo. Las mismas revueltas que vieron nacer el chavismo podrían sepultarlo en las calles.