Israel
Los yihadistas idean una bomba en las baterías de los portátiles que pasa los controles de los aeropuertos
Los “técnicos” del EI habrían logrado dejar operativa, a efectos de encendido del ordenador, una de esas “columnas” y las otras sustituirlas por un potente explosivo
Según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, el explosivo iría alojado en las baterías de los ordenadores mediante una manipulación de esta pieza.
La información de que disponen los EE.UU., al parecer facilitada total o parcialmente por los servicios secretos de Israel, es que el Estado Islámico (EI) había preparado una serie de ataques simultáneos contra aviones comerciales en vuelo, mediante la introducción en cabina, por el yihadista suicida de turno, de una bomba camuflada dentro de un ordenador.
Según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, el explosivo iría alojado en las baterías de los ordenadores mediante una manipulación de esta pieza.
Normalmente, están formadas por varias “columnas” que acumulan la energía. Los “técnicos” del EI habían logrado dejar operativa, a efectos de encendido del ordenador, una de esas “columnas” y las otras sustituirlas por un potente explosivo, tipo semtex o similar.
En los controles de acceso a la zona de pasajeros, los que están encargados de la seguridad suelen pedir en algunos momentos que el viajero encienda el ordenador con el fin de comprobar que la batería no ha sido sustituida por otro artilugio.
De esta manera, aunque el aparato lleva alojada la bomba (que se suele accionar cuando el avión ha alcanzado la altura de crucero para que el desastre sea total) pasa, en principio, el control sin problemas.
Al tener que ser facturados los ordenadores con las maletas o bolsas de viaje, antes de llegar a la bodega de carga del avión tienen que pasar otro tipo de controles en los que se puede detectar la presencia de explosivos ya que se cuenta con medios para ello.
“Con el tiempo, y no va a pasar mucho, la prohibición se extenderá también a los teléfonos móviles y tabletas ya que, como quedó demostrado en el atentado del EI contra un avión ruso sobre el Sinaí, basta una pequeña cantidad de explosivos, con 30 gramos de semtex para hacer un hueco en el fuselaje y generar el desastre, según un experto consultado por este periódico.
Se trata, agrega, de medidas que pueden incomodar y hacer más “aburrido” un viaje en avión, pero que son absolutamente necesarias ante el tipo de terrorismo sin escrúpulos de las bandas yihadistas.
Otro tipo de sistema en el que trabajan los terroristas para atacar aviones en vuelo es el de, aprovechando el sistema de ocio que llevan muchas aeronaves (para ver películas, conectarse a determinadas páginas, etcétera) acceder a la aviónica del aparato, a sus sistema de software e interferir en su funcionamiento.
Hasta ahora, según la mismas fuente, esta posibilidad parecía una entelequia pero ya se ha dado un caso del que no se pueden ofrecer más detalles por razones de seguridad.
Los terroristas han intentado, sin éxito, hacerse con el control de los aviones desde tierra, pero con este programa, que tiene un alcance máximo de 500 metros, se puede provocar un accidente al conectar el ordenador al sistema de ocio antes citado. Otra razón para que todos estos aparatos vayan en la bodega de carga y, como es lógico, se ponga cada día más difícil a los yihadistas los ataques a aviones comerciales.
Son atentados que, por su espectacularidad, estaban en los primeros lugares de las preferencias de Al Qaeda, que un día sí y el otro también, recuerda los ataques a los EE.UU. el 11-S; y que ahora ha incluida en su “agenda criminal” el EI. Se trata de infundir el mayor terror posible a los ciudadanos y transmitirles el mensaje que hizo célebre Osama Ben Laden: “nosotros tenemos a Alá que nos protege; vosotros no tenéis a nadie”.
Prohibición extensible a todo el mundo
De hecho, el secretario de Seguridad Nacional de EEUU, John Kelly, aseguró hoy que “podría” extender a todo el mundo el veto que ahora impide a los viajeros procedentes de diez aeropuertos internacionales llevar su ordenador portátil en el equipaje de mano si su origen o destino es Estados Unidos.
El Gobierno de Donald Trump lleva tiempo estudiando la posibilidad de ampliar ese veto a los vuelos procedentes de la Unión Europea (UE), pero Kelly dijo hoy que “podría” aplicarse a nivel mundial para los vuelos con origen o destino en Estados Unidos.
“Hay una amenaza real, hay numerosas amenazas contra la aviación, porque es con eso con lo que están obsesionados los terroristas, con la idea de derribar un avión en pleno vuelo, particularmente si es una compañía estadounidense y está llena de estadounidenses”, aseguró Kelly en una entrevista con la cadena Fox News.
El titular de Seguridad aseguró que la decisión de si extender el veto a todos los vuelos internacionales se tomará en base a la “información de inteligencia” de la que dispone Estados Unidos y su “cooperación” con sus aliados en el resto del mundo.
El veto impediría la entrada en las cabinas de los aviones de los aparatos electrónicos de mayor tamaño que un teléfono móvil, es decir, portátiles, tabletas, cámaras y libros electrónicos, entre otros, que deberían ser facturados con el resto del equipaje.
En marzo, el Gobierno de Estados Unidos ya prohibió esos aparatos en el equipaje de mano en vuelos sin escalas procedentes de diez aeropuertos internacionales en ocho países de mayoría musulmana: Jordania, Kuwait, Egipto, Turquía, Arabia Saudí, Marruecos, Catar y Emiratos Árabes Unidos.
Kelly se plantea ahora expandir ese veto a los aviones procedentes de la UE, un tema sobre el que las autoridades estadounidenses y las europeas hablaron el pasado 17 de mayo en una reunión en Bruselas.
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