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Aranceles

Lula y Trump, a golpe de aranceles por Bolsonaro

La economía brasileña comienza a resentirse ante las nuevas amenazas comerciales del inquilino de la Casa Blanca

Brazil Lula ASSOCIATED PRESSAP

Entre Estados Unidos y Brasil se ha abierto un nuevo frente de confrontación: el económico a partir de decisiones judiciales. Donald Trump anunció que impondrá al país suramericano aranceles de 50% a partir del 1 de agosto debido a lo que calificó como una "cacería de brujas" judicial contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, procesado por la Corte Suprema de su país por intento de golpe de Estado, que se denuncia encabezó luego de perder las elecciones de 2022 y querer impedir la toma de posesión de Lula da Silva en enero de 2023.

Mientras los presidentes han hecho públicas sus posturas y demandas, en el sector económico las alarmas se han encendido por las posibles consecuencias. Por ejemplo, este jueves el tipo de cambio abrió el mercado con una variación superior al 2%, por lo cual la moneda brasileña, el real, perdió un poco de su valor frente al dólar estadounidense.

Estados Unidos es el segundo mayor socio de Brasil, luego de China, y es importante mercado para siderúrgicos, venta de aeronaves (principalmente de la empresa Embraer), hidrocarburos, café y productos cárnicos. Los nuevos aranceles anunciados por Trump podrían afectar negativamente en un 0,4 puntos el Producto Interior Bruto de Brasil para finales de este año, calcula la empresa Goldman Sachs.

Desde el sector industrial ha habido nerviosismo. La Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil expresó el miércoles su "preocupación" y "sorpresa" ante el anuncio. "Una ruptura de esta relación causaría un daño significativo a nuestra economía (...) lo más importante ahora es intensificar las negociaciones y el diálogo para revertir esta decisión", afirmó el presidente de la CNI, Ricardo Alban.

La Cámara Americana de Comercio advirtió de impactos "severos" en empresas, producción, inversiones y cadenas productivas integradas entre los dos países, ratificando que en los últimos 15 años EEUU ha tenido un superávit entre ambas economías.

En la carta enviada por la Casa Blanca, Donald Trump también justificó su decisión al afirmar que Estados Unidos y Brasil arrastran una relación comercial que "ha estado lejos de ser recíproca" y que "el 50% es mucho menos de lo que se necesita para lograr la igualdad de condiciones que debemos tener con su país".

Advirtió que si Brasil responde con aranceles recíprocos, los impuestos aumentarían otro 50%. Pero también dejó abierta la posibilidad de negociar para conseguir un equilibrio en la balanza comercial, abriendo el mercado brasileño a productos de estadounidenses sin impuestos.

En su respuesta detallada, Lula calificó como "inexacta" la afirmación sobre "un déficit comercial de Estados Unidos en su relación comercial con Brasil", dado que las estadísticas del gobierno estadounidense muestran un superávit de 410.000 millones de dólares en el comercio con Brasil durante los últimos 15 años.

También se esperan impactos en el sector político, especialmente si las medidas de Washington terminan afectando la economía de bolsillo de los brasileños y, al tiempo, impactan los niveles de aprobación de la familia Bolsonaro, incluyendo al hijo del expresidente, Eduardo, que se perfila como el gran heredero del movimiento de derecha que se ha convertido en rival del Partido de los Trabajadores de Lula.

Trump: "La forma en la que Brasil ha tratado al expresidente es una vergüenza"

Desde la presidencia de Brasil el asunto está siendo visto desde la perspectiva de la soberanía, e incluso desde una visión sobre cómo debe funcionar el orden internacional. "El proceso judicial contra Jair Bolsonaro y el resto de acusados (...) es de exclusiva responsabilidad de la Justicia brasileña y, por tanto, no está sujeto a ningún tipo de interferencia o amenaza que viole la independencia de los poderes", dice la respuesta oficial que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, emitida el miércoles.

La posición del presidente de Estados Unidos fue expuesta en una carta enviada a Lula donde afirma que "la forma en la que Brasil ha tratado al expresidente Bolsonaro (...) es una vergüenza internacional. Este juicio no debería estar ocurriendo. Es una cacería de brujas que debe terminar inmediatamente".

Ya el lunes, el presidente estadounidense había recordado a Bolsonaro en su Truth Social exigiendo que "lo dejen en paz" y hasta afirmando que debería poder postularse de nuevo a la presidencia, aunque el Tribunal Electoral se lo ha impedido. Entonces Lula dijo ante periodistas que "es muy equivocado y muy irresponsable que un presidente amenace a otros en redes sociales" y sostuvo que Trump "necesita saber que el mundo ha cambiado. No queremos un emperador".

En su respuesta a Trump, Lula reiteró que "Brasil es un país soberano con instituciones independientes que no aceptarán ser controladas por nadie". Agregó en su comunicado que toda empresa, nacional o extranjera, debe acatar las leyes del país para operar en su territorio. Este miércoles, antes de emitir la respuesta más extensa, Lula publicó en X que "cualquier aumento arancelario unilateral se abordará de conformidad con la Ley de Reciprocidad Económica de Brasil", aprobada el 2 de abril pasado y que permite responder con castigos arancelarios propios.

Antes y después de las elecciones presidenciales de 2022, en las que Lula resultó vencedor frente a Bolsonaro que buscaba su reelección, miembros del gobierno y de las Fuerzas Armadas buscaron impedir el regreso del izquierdista al poder subvirtiendo el proceso de transición, según investigaciones publicadas desde 2023. El expresidente Bolsonaro ha mantenido su inocencia.