Maduro encarcelará a los comerciantes que vuelvan a subir los precios

El que advierte no es traidor, dice un proverbio. A primera hora de ayer el presidente venezolano, Nicolás Maduro, calentaba el ruedo con sus arengas: «Prepárense, después no digan que soy un dictador. Después no digan que no lo dije, no va a haber arrepentimiento». Dicho y hecho. El mandatario no defraudó a sus acólitos en una jornada que se anunciaba como «gloriosa» para los chavistas. Maduro anunció la regulación de alquileres y prohibió transacciones en dólares. Las medidas se encuentran integradas en el segundo paquete de acciones en busca de consolidar la economía, haciendo uso de los poderes especiales que le fueron otorgados tras la aprobación de la Ley Habilitante. «He decido sacar un decreto especial de control y regulación de los arrendamientos vinculados al comercio que debe ser cumplido en todo el país», afirmó, para acabar con el «arrendamiento especulativo».

Maduro detalló que los cánones en estos casos (los locales de actividades económicas, industriales o de servicios) no podrán exceder los 250 bolívares (39 dólares) por metro cuadrado. Además, prohibió los contratos de alquiler en moneda extranjera, ajustes periódicos y aumento según el porcentaje de venta del arrendatario.

Se trata de un guiño a los comerciantes, a la clase media, de cara a las elecciones del 8 de diciembre. De hecho, Maduro llegó a decir: «Soy el presidente obrero pero quiero ser también el presidente de la clase media». Se supone que si bajan los alquileres, podrán bajar el precio de los productos, y la intervención del Gobierno no sería tan abrupta.

El mandatario pidió a la Justicia y a las Fuerzas Armadas que se actúe con todo el peso de la ley «y se proceda a detener a los responsables» que hayan vuelto a subir el precio de los productos después de haber sido inspeccionados. Maduro presentó un vídeo en el que se recopilan los casos de intervención de los últimos días. La semana pasada aprobó por decreto una ley para el control de precios, costos y ganancias del sector privado, con el fin de evitar que los importadores vendan la mercancía con sobreprecios de hasta 1.000%. El Gobierno ordenó días atrás rebajas forzosas de distintos productos, como electrodomésticos, lo que ha originado que los estantes de algunos comercios se queden vacíos.