Terrorismo yihadista
Más de 14.000 «Kouachi» para la guerra a Occidente
Europa, un espacio de libertad, respeto y acogida, se ha convertido en uno de los grandes «proveedores» de yihadistas a organizaciones terroristas islamistas, principalmente Al Qaeda y el Estado Islámico. Artículos de José María Marco, Martín Prieto, Enrique López, Abel Hernández, Cristina López Schlichting, José Luis Requero, Julián Cabrera, Castor Díaz Barrado, Ángela Vallvey, Luis Alejandre, Ángel Tafalla, Carlos Rodríguez Braun, Irene Villa, Alfonso Merlos, Reyes Monforte, Pedro Narváez, y Francisco Marhuenda.
Europa, un espacio de libertad, respeto y acogida, se ha convertido en uno de los grandes «proveedores» de yihadistas a organizaciones terroristas islamistas, principalmente Al Qaeda y el Estado Islámico, que buscan, precisamente, acabar, dinamitar y someter a los países que los recibieron, a ellos o a sus antepasados, a un régimen de terror, afectando a sus estructuras más profundas. El reciente ataque de los hermanos Chérif y Said Kouachi, autores de la matanza cometida en la revista satírica francesa «Charlie Hebdo», ha sido la prueba más evidente, aunque no la única, de que en el mundo occidental se está produciendo un auge de células islamistas o «lobos solitarios» que, en nombre del islam, pretenden volar los valores que representa Europa y el resto de países occidentales. Ambos nacieron en el país galo, al que llegaron sus padres, donde disfrutaron de todas las libertades y derechos, pero optaron por la barbarie de atentar contra el corazón de Francia y los franceses. Los dos aseguraron que pertenecían a Al Qaeda.
Un informe elaborado por las Fuerzas de Seguridad del Estado el pasado mes de septiembre sobre «Organización terrorista. Estado Islámico», pone de relieve el «ejército» de más de 14.000 yihadistas que, procedentes de Europa, algunos países próximos a España e incluso de Estados Unidos y Canadá, se han incorporado a organizaciones terroristas de carácter islamista, de los que el 80 por ciento se han sumado al Estado Islámico (EI). Captación, envío de «combatientes», apoyo logístico y económico a su organización es la principal «contribución» de Europa al EI. Ahora, además, habría que sumar la decisión de no pocos «retornados» para cometer acciones terroristas allí donde tengan opción de ello.
En concreto, según esos datos, se estima que unos 3.500 ciudadanos con pasaportes de estados de la Unión Europea se encontrarían en el conflicto sirio-iraquí, y otros 1.200 de países extracomunitarios. En total, más de 5.700 islamistas nacidos y/o establecidos en el viejo continente combaten bajo la bandera del fanatismo y terror que pretende instalar y extender el EI.
En ese nada honroso ranking se sitúa en primer lugar, precisamente, Francia, país que cuenta con fuerte implantación de ciudadanos musulmanes de segunda y hasta tercera generación. De este país habrían salido unos 900 yihadistas para sumarse a la lucha terrorista de carácter islamista.
España, por su parte, se situaría en la zona media-baja, con 63 ciudadanos con nacionalidad española que han sucumbido igualmente a la llamada del EI para luchar en Siria. Por ello, en el mencionado informe se reconoce que la incidencia en España del fenómeno de los «combatientes extranjeros», comparado con otros datos a nivel europeo, «es reducida, tanto cualitativa como cuantitavamente».
Cambio de estrategia
La conclusión sobre el hecho de que Europa se haya convertido en un vivero del EI no puede ser más rotunda y supone un claro aviso a lo que están expuestos sus estados: «Supone, directamente, una amenaza para nuestra sociedad», de la que no escapa España. A esa conclusión, las Fuerzas de Seguridad llegan por tres motivos fundamentales. En primer lugar, porque se han detectado procesos de «radicalización, captación, envío y asistencia logística a las redes operativas terroristas localizadas en las zonas de conflicto»; por el retorno de «combatientes yihadistas nacionales o residentes en nuestro país», y, en tercer lugar, porque se ha detectado la llegada de terroristas de nacionalidades de países vecinos que buscan refugio para evitar ser localizados por las fuerzas policiales nacionales.
El retorno de algunos de esos «combatientes» a sus países de origen supone un peligro real para la seguridad de sus ciudadanos . «En los últimos meses, se han registrado varios actos violentos –como quedó patente en el atentado cometido contra el Museo Judío de Bruselas– que indican que el retorno de los combatientes extranjeros a sus países de origen supone una amenaza y riesgo real para la Unión Europea», se afirma al respecto en el mencionado informe de las Fuerzas de Seguridad. Para avalar esa tesis, se recuerda cómo yihadistas europeos que estuvieron en la zona de Siria y regresaron a sus países reconocieron, tras ser detenidos, que habían estado preparando atentados terroristas para ejecutarlos en sus países de retorno.
Por ello, se alerta de que las redes islamistas existentes en Europa, «ante las nuevas directrices de acción yihadista emanadas de las organizaciones terroristas», principalmente del EI, pueden redirigir el propósito de sus actividades, «abandonando las acciones logísticas y de facilitación, en favor de la perpetración de atentados terroristas en España, o nuestros intereses en el exterior, o los de los países europeos y EE UU».
Pero otra fuente más que notable de apoyo a ese terrorismo procede de países no europeos, pero que están próximos a España. Así, Marruecos, Arabia Saudí, Túnez, Argelia y Libia se han convertido en un nido importante de reclutamiento y captación de yihadistas dispuestos a combatir en Siria en el ejército del EI.
Infiltrados en líneas aéreas
Por otro lado, el mencionado informe advierte igualmente de dos nuevos métodos que están utilizando estos terroristas para introducirse en Europea. En primer lugar, existen informaciones de inteligencia que alertan de la creación de una red de infiltrados entre el personal de las líneas aéreas de países del Magreb para utilizar sus vuelos como vía de entrada hacia Europa occidental, siendo los destinos más habituales Barcelona, Italia y la capital sueca, Estocolmo.
Junto a ello, estos terroristas también se aprovechan del drama humano de tener que abandonar sus países, principalmente Siria e Irak, por la situación bélica que padecen por culpa de los islamistas. En ese éxodo humanitario, se afirma en ese punto, algunos «combatientes» podrían introducirse en territorio europeo, «bajo la apariencia de refugiado, para llevar a cabo ataques de índole terrorista» en Europa.
✕
Accede a tu cuenta para comentar