Italia

Mattarella pide la inversión del ciclo económico en su jura como presidente

El nuevo presidente dimitió por no estar de acuerdo con lo que hacía el Gobierno del que formaba parte. En 1990, dejó el Ministerio de Educación cuando el primer ministro, Andreotti, aprobó una ley que permitió la eclosión empresarial de Berlusconi.
El nuevo presidente dimitió por no estar de acuerdo con lo que hacía el Gobierno del que formaba parte. En 1990, dejó el Ministerio de Educación cuando el primer ministro, Andreotti, aprobó una ley que permitió la eclosión empresarial de Berlusconi.larazon

A Matteo Renzi le tocó ayer presentar su dimisión. Tres días después de completar una jugada política maestra con la elección de Sergio Mattarella como nuevo presidente de la República, el primer ministro tuvo que seguir la habitual práctica en estos casos y poner su cargo a disposición del nuevo jefe del Estado. Como manda la tradición, Mattarella le dio las gracias por el gesto de cortesía invitándole a que su Gobierno siga trabajando. El ex juez del Tribunal Constitucional fue, además, agradecido, pues le debe el cargo a Renzi y a las exitosas maniobras políticas de éste durante la semana pasada. Con ellas consiguió unificar a su formación, el Partido Democrático, logró nuevos aliados a la izquierda y dejó fuera de juego tanto a la derecha de Silvio Berlusconi como al movimiento liderado por Beppe Grillo. El joven jefe de Gobierno demostró con la elección del sucesor de Giorgio Napolitano en el Palacio del Quirinal, sede de la presidencia de la República, que es hoy el único líder que tiene Italia.

En el día de su toma de posesión oficial, Mattarella se presentó en el Parlamento con un discurso de alrededor de media hora en el que abogó por continuar con las reformas institucionales. Fue música para los oídos de Renzi, quien una vez aprobada la reorganización del mercado laboral, pretende sacar adelante en los próximos días dos de sus grandes promesas, la nueva ley electoral y la reestructuración del Senado. Con esta última medida pretende acabar con el bicameralismo perfecto y mejorar así la gobernabilidad del país. Mattarella aseguró también que «hay que alimentar la inversión del ciclo económico».

Este siciliano de 74 años que vio cómo la Cosa Nostra asesinaba a su hermano, antiguo gobernador regional de Sicilia, introdujo en su discurso la lucha contra la mafia. Aunque resulte difícil de creer por la magnitud del problema y las víctimas que provoca, no son muchos los políticos que se atreven a decir en público que la lucha contra el crimen organizado debe ser una «prioridad absoluta» para Italia. La calificó ayer de «cáncer que destruye las esperanzas» de la gente. Consideró igualmente vital combatir la corrupción, «que ha alcanzado un nivel inaceptable, sustrayendo recursos a los ciudadanos».

Al explicar cómo será su papel como jefe de Estado, Mattarela aseguró que «el árbitro será imparcial», al tiempo que invitaba a «los jugadores» a que «le ayudaran» comportándose de forma correcta. En otro momento de su intervención, que fue interrumpida hasta 40 veces por los aplausos, pidió a los partidos que den al país «un horizonte de esperanza que no debe ser abstracto» y permita superar el malestar causado por las crisis.