Viena
Matteo Salvini, el hombre que reventó el debate migratorio en Europa
En un encuentro que duró cuatro horas durante la pasada campaña electoral, el ex asesor de la Casa Blanca, Steve Bannon, le dijo a Matteo Salvini: «Vosotros sois los primeros chicos que podéis romper realmente el paradigma de izquierda y derecha. Tenéis que mostrar que el populismo es el nuevo principio organizativo». Salvini pactó con el otro «chico», Luigi Di Maio, del Movimiento 5 Estrellas (M5E), y pese a contar con la mitad de los votos de su oponente, el líder de la Liga ha demostrado que su discurso es el del nuevo Gobierno italiano.
Con Donald Trump como referencia, el alumno está empezando a sobrepasar al maestro. En un ejercicio de diarrea verbal, el vicepresidente y ministro del Interior italiano ha llamado esta semana «carne humana» a los migrantes; «desgraciados» a los miembros de una ONG; y «charlatanes» al presidente Pedro Sánchez y a su homólogo francés, Emmanuel Macron. El objetivo número uno de Salvini es provocar una reforma profunda del sistema migratorio en Europa y para ello ha escogido hacer el mayor ruido posible. «Nunca hemos sido tan escuchados en Europa», dijo recientemente en el Senado. Tras la guerra a las ONG o la «expulsión de 500.000 clandestinos» en las que insiste con descalificaciones varias, el objetivo es impedir que lleguen más migrantes y alejar las fronteras de su territorio. En eso parece estar en sintonía con el rumbo que está tomando el debate comunitario, pero la prioridad absoluta de Italia será modificar el reglamento de Dublín que establece que los migrantes deban permanecer en el primer país en el que han pisado suelo europeo.
El vicepresidente ya no esconde en público que tienen «especial confianza» en que la presidencia de turno de la UE que asumirá Austria sea más firme contra la inmigración ilegal. Viena, antes enemiga por cerrar el confín a los migrantes procedentes del norte de Italia, ahora es amiga, como escenificaron esta semana en Roma el ministro del Interior italiano y su homólogo austriaco, Herbert Kickl. Pero quienes tomaron la iniciativa fueron Macron y la canciller alemana, Angela Merkel, al proponer la creación de centros de identificación en territorio africano. Algo que a Salvini le olió a cuerno quemado. Intuyó que ambos países llevarían un documento ya cerrado y amenazó con boicotear el viaje a Bruselas del primer ministro, Giuseppe Conte. El jefe de Gobierno finalmente participará, aunque Salvini puso en duda que Italia pueda lograr un acuerdo con sus socios.
Tensión con Macron
Durante la rueda de prensa que Conte y Macron ofrecieron en el Elíseo la semana pasada, la figura de Salvini sobrevoló en el ambiente. «Las opiniones de cierto ministro», mencionaba Macron, sin nombrarlo. Después han volado incluso los insultos en ambas direcciones. El cierre de los puertos que el vicepresidente italiano ordenó en el caso del «Aquarius» y ahora con la ONG Lifeline chocan directamente con Francia y España. «Si España debería haber acogido a 3.265 solicitantes de asilo de Italia y sólo se ha llevado a 235, puede acoger también los próximos cuatro barcos» que rescaten migrantes en el mar, dijo Salvini esta semana.
Poco le importa al líder de la Liga que Conte haya tenido que desautorizarle en público al considerar «inconstitucional» la elaboración de un censo a la población gitana propuesta esta semana por Salvini. Lo importante es que el mensaje llegue. Y según las encuestas de la empresa IPR Marketing, tanto es así que la Liga de Salvini ya habría superado al M5E en intención de voto, con un 30% de los apoyos por el 17% que obtuvo en las elecciones del 4 de marzo.
«En el largo plazo, los electores ya tendrán tiempo de valorar el alcance de las medidas, pero en el corto plazo se mide la formación de consensos y está claro que el protagonismo que ha alcanzado Salvini como portavoz del Gobierno le ha beneficiado», opina el director de IPR, Antonio Noto. El Gobierno italiano será uno de los pocos países que llegan a esta negociación con un alto apoyo interno. Sin embargo, la única que disfruta de la luna de miel del Ejecutivo es la Liga, mientras las bases del Movimiento 5 Estrellas se preguntan por qué se han aliado con quien ahora amenaza con fagocitarlos y terminar por adueñarse de su electorado.
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