Reino Unido
May incluirá a Gibraltar en el diálogo
La premier Theresa May insistió ayer en que Gibraltar estará incluida tanto en el periodo de transición que existirá tras la salida del Reino Unido de la UE, como en el acuerdo final al que se llegue con Bruselas. “No vamos a excluir a Gibraltar de las negociaciones, ni del periodo de implementación ni del futuro acuerdo”, recalcó en la Cámara de los Comunes. La sesión semanal de preguntas a la primera ministra tuvo lugar poco después de la rueda de prensa que ofreció al otro lado del Canal de la Mancha, Michel Barnier, negociador jefe de la Comisión Europea para el Brexit, quien recordó que la aplicación del acuerdo sobre la Roca dependería de una negociación paralela entre Londres y Madrid, quien tiene derecho de veto.
El ministro principal del Peñón, Fabián Picardo, ha sugerido que un Brexit duro -sin acceso al mercado único europeo- supondría una “amenaza existencial” para el territorio. Sin embargo, la líder tory está decidida a abandonar tanto el mercado común como la unión aduanera para controlar la inmigración y poder establecer nuevos acuerdos comerciales con terceros países.
Por otra parte, durante su comparecencia, May dijo que la salida del bloque comunitario se podría retrasar “en circunstancias excepcionales”. Sus palabras obedecían a una promesa realizada a los eurófilos rebeldes de su partido, que anoche evitaron finalmente una nueva humillación al Ejecutivo durante la tramitación del proyecto de “Ley de la Unión Europea (Notificación sobre la salida)”. Éste quiere convertir en británica la actual normativa comunitaria, para evitar un caos normativo inmediatamente después del divorcio con la UE.
La Cámara de los Comunes respaldó ayer la enmienda presentada por el Gobierno para incluir el día y hora exacta de la salida. En concreto, el viernes 29 de marzo de 2019 a las 23 (GMT).
El mes pasado, la premier anunció los detalles tan específicos para contentar al ala euroescéptica de su partido. Pero, tanto la oposición como los tories rebeldes consideraban que de esta manera se reducía el margen de maniobra durante las negociaciones. Por lo que el Ejecutivo accedió a incluir una enmienda presentada por el diputado conservador Oliver Letwin para cambiar la agenda si el Parlamento estima que es necesario más tiempo para cerrar un buen acuerdo con Bruselas. Eso sí, May no precisó ayer cuáles podrían ser las “circunstancias excepcionales” e insistió en que, en caso de que finalmente hubiera demora, sería “durante un tiempo lo más corto posible”.
La semana pasada, los once tories rebeldes fueron los responsables de la primera gran rebelión de esta legislatura, ya que, tras conseguir el apoyo de la oposición, lograron sacar adelante la enmienda para que Westminster pueda debatir y votar el acuerdo final de salida de la UE, antes de que se firme el documento. La votación fue muy ajustada: 309 a favor frente a 305. No obstante, supuso un varapalo para la autoridad de la líder conservadora.
En cualquier caso, el proyecto de “Ley de la Unión Europea (Notificación sobre la salida)” tiene que pasar aún a principios del próximo año la última fase en la Cámara de los Comunes –donde se vuelven a considerar todas las enmiendas aprobadas- y posteriormente tiene que debatirse en la Cámara de los Lores, por lo que aún podrían pasar muchas cosas que pueden facilitar o empeorar el camino para May.
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