Alemania

Merkel pierde su aureola

La Razón
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Cada vez más alemanes están insatisfechos con la política de refugiados del Gobierno de coalición alemán, y también con la canciller. Angela Merkel recibió en agosto 12 puntos menos de aprobación popular en comparación con el mes anterior. Con sólo el 47% de apoyo, este es su segundo peor resultado de opinión después del que obtuvo en febrero, que se debió a la indignación en torno a las agresiones sexuales producidas en Colonia en Nochevieja.

La razón de esta pérdida de la popularidad se debe a la política de asilo y a la inseguridad, que se ha extendido en Alemania a consecuencia de los ataques. Desde las elecciones de 2013, Merkel ha tenido la aureola de una gestionadora de crisis, que sabía como dirigir el país de una manera tranquila, juiciosa y serena. Quizás, debido a su discurso sobrio (muchos dicen que 'impasible'), ha sido capaz de dar a la mayoría de ciudadanos un sentimiento de seguridad y ha sabido encontrar un punto medio entre posiciones extremas. Sólo que, tras los excesos de violencia de las últimas semanas, la situación ha cambiado. Que Merkel se aferre a su frase central de '¡Lo conseguiremos!' (Wir schaffen das!), significa para algunos que tiene agallas y para otros que ha perdido el contacto con la realidad.

El primer ministro bávaro Horst Seehofer, ha alcanzado un apoyo del 44% entre los encuestados. Así, está casi al mismo nivel que la canciller. Después de los sucesos violentos de Bayern, Seehofer se ha distanciado claramente de la política de asilo del Gobierno y esto le ha colocado en posición con vistas a las elecciones del año que viene. Que él y su partido, el CSU, con una línea más dura, obtengan más respaldo, es bastante probable. Cuánto, sólo se puede pronosticar y depende del desarrollo de la situación de Alemania, aunque sin llegar al extremo de AfD ni convencer a sus votantes.

Una encuesta de ARD muestra cómo el 80% de los alemanes rechazan una adhesión de Turquía a la Unión Europea (UE). Muchos consideran un error el acuerdo en torno a los refugiados entre la UE y Turquía, un acuerdo que se está poniendo también en duda por parte de los gobiernos de otros miembros de la UE (como Grecia o Austria) que no le quieren hacer más concesiones al siempre más autoritario Presidente Erdogan, como la posibilidad de viajar sin visado para los ciudadanos turcos. También el contenido de este acuerdo está amenazado, porque sus condiciones, especialmente en torno al número de refugiados repatriados a Turquía no se ha cumplido. De fracasar, nuevas olas migratorias amenazarían directamente con llegar a Europa, como ha dicho el presidente de de la Comisión de Política Exterior del Parlamente Europeo, Elmar Brok (Alemania, CDU). Esto agravaría la situación.

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* Thomas Henökl trabaja para el Instituto Alemán de Desarrollo y en la Universidad de Agder, Noruega en investigación, enseñanza y asesoramiento en Política Internacional y Ciencias de la Administración y de la Organización. Antes ejerció distintas funciones en la Comisión Europea en Bruselas (Relaciones con el exterior/Funciones diplomáticas europeas) y en la Embajada europea en África al respecto de Asia.