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Merkel viaja a Turquía para supervisar el pacto migratorio

La canciller alemana visita dos campos de refugiados sirios en medio del clima de tensión por el pacto con Ankara

Angela Merkel, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu y el vicepresidente de la Comisión Europea, , Frans Timmermans, con una familia de refugiados sirios
Angela Merkel, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu y el vicepresidente de la Comisión Europea, , Frans Timmermans, con una familia de refugiados sirioslarazon

La canciller alemana visita dos campos de refugiados sirios en medio del clima de tensión por el pacto con Ankara

La canciller alemana, Angela Merkel, acompañada del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, llegó ayer a Turquía, en una visita marcada por la tensión y la desconfianza por el acuerdo migratorio. La visita europea de alto nivel se produce tres semanas después de que se pusiera en marcha el controvertido pacto con Ankara por el que la UE ha desembolsado 6.000 millones de euros para atajar la crisis de refugiados y migrantes ilegales. La canciller destacó que la visita a Gaziantep permitirá hacer balance sobre la aplicación del acuerdo y decidir acciones futuras para ayudar a los 2,7 millones de sirios refugiados en Turquía.

Merkel alabó que gracias al apoyo financiero de la UE, pactado en marzo, Turquía «ha concedido el permiso de trabajo a los refugiados sirios», algo que calificó de «gigantesco paso adelante». «No sólo queremos frenar la migración ilegal, impedir que las personas tomen caminos peligrosos, sino también darles más opciones de vivir cerca de su patria», agregó. Su homólogo turco, Ahmet Davutoglu, en cambio, se pronunció a favor de «reemplazar la migración ilegal por una legal» para «acabar con el negocio de los traficantes» y recordó que en el marco de pacto con Bruselas ya se han enviado 105 refugiados sirios a los países europeos

Ankara sabe que tiene la sartén por el mango y no perderá la oportunidad de presionar a Europa para lograr sus objetivos. Esta misma semana, los dirigentes turcos advirtieron de que no estarán obligados a respetar el acuerdo si los europeos no cumplen su promesa sobre la exención de visados a los ciudadanos turcos, que entrará en vigor en junio. El acuerdo migratorio ha sido muy criticado por las organizaciones humanitarias, entre ellas Amnistía Internacional, que pidió a la UE que exija a Turquía que aplique con seriedad las leyes de asilo. La canciller no respondió a las acusaciones de que Ankara expulsa a refugiados de vuelta a Siria.

La delegación europea fue recibida a su llegada al aeropuerto de Gaziantep por Davutoglu. La comitiva se desplazó en un autobús a la localidad de Nizip, a unos 30 kilómetros al este, para visitar dos campamentos de refugiados, donde residen un total de 15.200 sirios. Allí les esperaban un grupo de niños sirios y cuatro jóvenes vestidas de blanco que les entregaron ramos de flores, en una ceremonia transmitida en directo por numerosas cadenas turcas de televisión.

Los altos cargos europeos visitaron uno de los dos campamento, un recinto con 938 casas prefabricadas que acoge a 4.800 sirios. Concluido el paseo, la comitiva regresó a la ciudad de Gaziantep para inaugurar un centro destinado a niños y familias de refugiados y construido gracias a fondos europeos.