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Alemania

Merz corteja a Los Verdes para que apoyen el aumento del gasto alemán en Defensa

La CDU y el SPD necesitan los votos ecologistas para modificar el «freno a la deuda» en la Constitución

El 'Bundestag' alemán CLEMENS BILANEFE

«Se podría haber calificado este debate como una iniciativa para cortejar a Los Verdes». Las palabras de un periodista de la televisión pública alemana podrían resumir el sentir del pleno extraordinario que se celebró ayer en el Bundestag y cuyo punto principal fue la propuesta traída por el líder de la Unión Democristiana (CDU) y más que probable futuro canciller, Friedrich Merz, de reformar la Constitución para poder incrementar el gasto en defensa. Un plan propuesto por los conservadores y el Partido Socialdemócrata (SPD) que plantea un presupuesto extraordinario de 500.000 millones de euros a diez años para inversiones en infraestructuras y que implica la modificación del «freno a la deuda» –consagrado en la Constitución para limitar el endeudamiento del Gobierno–, por lo que requiere del voto de dos tercios del Parlamento y de ahí, que Merz apelara a Los Verdes, cuyos votos son necesarios para conseguir aprobar la reforma constitucional. Como parte de ese cortejo, Merz propuso destinar una parte de ese fondo a la protección del clima, lo que permitiría al país dar un gran salto adelante no solo en defensa, sino también en competitividad económica y protección medioambiental. «¿Qué más queréis?», preguntó Merz a Los Verdes.

La discusión con los ecologistas se está convirtiendo en el mayor escollo en las negociaciones para crear una nueva Gran Coalición en el país. Según Katharina Dröge, líder del grupo parlamentario de Los Verdes en el Bundestag, la razón por ahora de la negativa de su grupo es que no se fían de la palabra del líder conservador y temen que ese dinero pueda derivarse a otras partidas como la reducción de los impuestos para el sector de la restauración proyectada, ya en las discusiones con los socialdemócratas. Dröge acusó a Merz de táctica partidista y recordó que ellos junto con los socialdemócratas planearon una reforma del freno de la deuda antes de las elecciones. «Usted rechazó esta oferta varias veces en aquel entonces –le reprochó Dröge a Merz–, porque nunca han sido capaces de poner los intereses de este país por delante de los suyos».

El paquete financiero multimillonario prevé, entre otros puntos, dotar a los Estados federados de un mayor margen para gestionar su propia deuda, más dinero para Defensa –de forma que Alemania pueda cumplir el objetivo del 2% de la OTAN–, así como hacer frente al gran atraso en inversiones en autopistas, puentes, redes energéticas, guarderías y escuelas.

Los Verdes, por su parte, proponen modificar únicamente el freno de la deuda para defensa e incluir también el gasto en servicios de inteligencia y ciberdefensa, entre otras cosas. Pero el SPD no quiere esto porque teme que entonces no haya dinero adicional para infraestructuras. «Ambas propuestas van juntas», afirmó el líder del SPD, Lars Klingbeil. «Necesitamos que nuestro país vuelva al buen camino», agregó. La alianza entre conservadores y socialdemócratas quiere votar esta medida antes de que se instale el nuevo Bundestag el próximo 25 de marzo, en el que la extrema derecha de Alternativa para Alemania y la extrema izquierda de «Die Linke» pueden bloquear estos planes presupuestarios.

En paralelo y si no logran impulsar sus planes, los observadores temen que Merz pierda fuerza y su futuro Gobierno se enfrente a la misma parálisis que afectó a la coalición del antiguo canciller Olaf Scholz, cuyo colapso en noviembre provocó el adelanto de los comicios.

La votación final sobre las modificaciones propuestas a la Ley Fundamental está prevista para el próximo martes. Hasta entonces, está pendiente una decisión del Tribunal Constitucional que se ocupa de la cuestión de si el antiguo Bundestag puede aprobar una modificación de la Ley Fundamental con unos plazos tan cortos y en tan poco tiempo. No se puede descartar que el tribunal prohíba la audiencia con poca antelación. En este aspecto, la AfD presentó ayer una segunda demanda ante el Constitucional contra las modificaciones de la Constitución y han pedido a este órgano que cancele la sesión prevista para el martes.

No obstante, y a pesar de todas estas incertidumbres, la Unión y el SPD siguen trabajando hacia la meta de reeditar una Gran Coalición cuyas negociaciones continuaron ayer tarde. Como base, ambas formaciones han acordado una serie de puntos clave en conversaciones exploratorias, pero todavía quedan numerosas cuestiones por aclarar para alcanzar un acuerdo. Para garantizar que este proceso se desarrolle de la forma más fluida posible, hay directrices estrictas para los grupos de trabajo: no se permiten conferencias de prensa, no se comunican resultados provisionales ni tampoco se toman «selfies».