Represión en Venezuela

Militares a pie de urna y periodistas a 500 metros

En unos sufragios donde el 62% de los electores pudo votar dos veces, los trabajadores fueron presionados: «Mi supervisor nos llamó uno a uno para advertirnos de que teníamos que ir a las urnas»

El ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, saluda a los votantes, ayer
El ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, saluda a los votantes, ayerlarazon

En unos sufragios donde el 62% de los electores pudo votar dos veces, los trabajadores fueron presionados: «Mi supervisor nos llamó uno a uno para advertirnos de que teníamos que ir a las urnas».

El chavismo quería a toda costa tener electores haciendo cola durante la elección de su Asamblea Nacional Constituyente. Días antes comenzó la coacción a las personas que dependen del Estado de diferentes maneras. Pensionistas, estudiantes, empleados públicos, beneficiarios de programas sociales y más. Carlos Cermeño (nombre cambiado por seguridad del elector) es trabajador del Ministerio de Educación. Desde hace al menos tres días le hicieron la advertencia de que debía votar o de lo contrario este lunes amanecería sin empleo. «Yo voto naturalmente en Chacao (municipio opositor de Caracas) y debido a las manifestaciones, el Consejo Nacional Electoral me cambió de centro de votación al Poliedro de Caracas (un centro de espectáculos). Mi supervisor nos llamó uno a uno para advertirnos de que teníamos que votar, creó un grupo de Whatsapp donde desde las cinco de la mañana de hoy comenzó a escribir y a monitorear quiénes habíamos votado. Además del chequeo con el carnet de la patria, también tuvimos que firmar una lista en la que dábamos fe de que habíamos cumplido con la Constituyente. Todo el proceso fue muy indignante», afirmó el hombre.

Además de las coacciones a los electores, el Gobierno puso trabas a los periodistas. El perímetro de seguridad para esta elección fue ampliado en los colegios electorales como mecanismo de seguridad de 200 a 500 metros, mientras que los militares vigilaban las urnas de cerca.

La clave está en saber cuál fue la participación real de estos comicios, cuyos resultados podrían ser amañados, teniendo en cuenta que el Centro Nacional Electoral está controlado por el chavismo. Al menos 14 millones de personas, según el régimen bolivariano, habían sido censadas en el país a través del «carnet de la patria», que permite al Gobierno saber cuántas personas votan. La tarjeta de identificación tiene en la parte posterior un código QR (código de respuesta rápida por sus iniciales en inglés), una evolución del código de barras que permite el almacenamiento y lectura de una lista de información ilimitada según su requerimiento.

Debido al método de elección, que combina sufragio por territorios y sectores sociales, el 62% de los 19,8 millones de electores pudieron votar dos veces.

LA RAZÓN estuvo recorriendo diferentes colegio de la zona Este y Oeste, tradicionalmente chavista. Mientras algunas filas se formaban en zonas identificadas con el Gobierno, otros centros de votación lucían desérticos con el correr de las horas. «Han engañado al pueblo esos escuálidos, con historias como que tras la Constituyente les quitarían a sus hijos y otros cuentos para que no participen», aseguró una señora de avanzada edad antes de votar en el 23 de Enero, un bastión chavista.

Por su parte, Stalin González, diputado de la coalición opositora, aseguró que no se está boicoteando ningún proceso electoral porque la convocatoria «es un fraude».