Mario Monti
Monti acusa a Berlusconi de intentar comprar votos con promesas imposibles
El primer ministro saliente italiano, Mario Monti, ha acusado este domingo a su rival en las elecciones del 24 y 25 de febrero y antiguo primer ministro Silvio Berlusconi de intentar comprar votos con promesas imposibles.
Según Monti, Berlusconi "continua haciendo promesas con las que trata de comprar el voto de los italianos con el dinero de los italianos". "Esto puede aumentar su popularidad pero sería la prueba de la absoluta falta de memoria del país", ha añadido el primer ministro durante un mitin en Milán, haciendo referencia a la promesa de 'Il Cavaliere' de reducir los impuestos y aprobar una amnistía fiscal si gana.
En una entrevista para la cadena TGCom24, Monti ha señalado que los socios de Italia temen un regreso de Berlusconi, que ha convertido sus ataques a la Unión Europea y a la canciller alemana, Angela Merkel, en características principales de su campaña electoral. "Ya han tenido suficiente de una Italia que se pone a sí misma, a la eurozona y a Europa en riesgo a través de su fragilidad política, su incapacidad para tomar decisiones y su indisciplina financiera", ha asegurado.
Roberto Maroni, el líder de la Liga Norte, uno de los partidos que componen la coalición de Berlusconi, ha acusado al primer ministro de estarse preparando 'de facto' para una alianza con la izquierda. "Monti está listo para cometer incesto con Bersani para poner sus manos sobre Lombardía", ha tuiteado este domingo.
Las especulaciones sobre las alianzas postelectorales han aumentado a raíz de una campaña intensiva de Berlusconi en los medios que le ha permitido recortar su distancia con el partido de centro izquierda Partido Democrático (PD) en seis puntos porcentuales, amenazando así una victoria del PD que se daba casi por segura.
Las últimas encuestas sugieren que el PD obtendría una sólida mayoría en el Congreso de los diputados pero que necesitaría negociar con la coalición centrista de Monti para ganar el control del Senado. Las elecciones a la Cámara Alta dependen de una serie de comicios regionales separados y pueden decidirse en las grandes regiones, como Sicilia o Lombardía, donde las encuestas no muestran a ningún claro vencedor.
El primer ministro saliente ha asegurado este domingo que siempre ha tenido "excelentes relaciones"con el líder del PD, Pier Luigi Bersani, pero se ha mostrado muy crítico con sus aliados, entre los que se encuentran el líder del partido Izquierda Ecología y Libertad (SEL, por sus siglas en italiano), Nichi Vendola, y la líder de la federación sindical CGIL, Susanna Camusso.
Tanto Vendola como Camusso han sido muy críticos con las políticas de austeridad impuestas por el Gobierno tecnócrata de Mario Monti, y le han acusado de empujar a Italia a la recesión, de alcanzar el récord de desempleo y de provocar la miseria en los italianos. Bersani ha rechazado dejar a un lado a Vendola y ha explicado que un Gobierno de centro izquierda no supondrá un cambio radical en el programa proeuropeo puesto en marcha por Monti.
La semana pasada, el líder del PD envió al vicesecretario de su partido, Enrico Letta, a Londres para asegurar a los inversores internacionales que Italia no corre el riesgo de retroceder en sus reformas presupuestarias y económicas si el centro izquierda gana las elecciones. Letta desveló que se le hicieron preguntas sobre Vendola pero que los banqueros con los que habló estaban más preocupados por otras cosas. "Las grandes preocupaciones y las grandes preguntas abordaban las posibilidades de una victoria de Berlusconi", ha indicado.
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