Restringido

«No sé si Kim Yong Un es más duro que su padre»

Park Hee-Kwon. Embajador de la República de Corea en España. Recién aterrizado en Madrid, recibe el cargo de embajador como un regalo. «Siempre quise volver a España», confiesa

Park Hee-Kwon. Embajador de la República de Corea en España
Park Hee-Kwon. Embajador de la República de Corea en Españalarazon

Recién aterrizado en Madrid, recibe el cargo de embajador como un regalo. «Siempre quise volver a España», confiesa

Trabajó en nuestro país hace 30 años. Estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid y también se formó en la Escuela Diplomática de la capital. Desde finales de abril, Park Hee-Kwon está al frente de la embajada de Corea del Sur en Madrid, en un momento en que las tensiones en Asia se disparan porla amenaza del régimen de Pyonyang, el giro «bélico» de la Constitución japonesa y los conflictos de soberanía en el mar de China.

–¿Cómo afectan a Corea del Sur los conflictos territoriales en el mar de China?

–Nosotros no somos la parte interesada en este conflicto. Esperamos que se resuelva de manera pacífica y con diálogo. Aun así, esta situación afecta a la estabilidad y seguridad de la zona.

–¿Con qué ojos mira Corea a Japón tras la revisión del artículo 9 de su Constitución pacifista?

–La tendencia del Gobierno japonés es más nacionalista y trata de fortalecer su fuerza militar. Este hecho está dando una cierta inquietud a los vecinos como Corea y China, ya que ambos sufrieron la invasión del Imperio japonés. Estas medias, por lo tanto, deben realizarse de manera transparente y se debe convencer a los vecinos de que esto no constituye una amenaza. Por eso Corea sigue teniendo una preocupación por estas actuaciones del Gobierno nipón.

–¿Cómo han cambiado las relaciones entre Corea y China tras la visita de Xi Jinping a Seúl y su rechazo directo a las ambiciones nucleares de Pyonyang?

– China es el primer país al que exportamos, por lo que tenemos una estrecha relación comercial. Es cierto que entre ambos han existido ciertas tensiones en el pasado, pero en este momento estamos acercándonos de forma sustancial en todos los niveles. Además, China ha mostrado su fuerte oposición al programa de armas nucleares de Corea del Norte, lo que va en la misma línea que defendemos nosotros.

–¿Cómo vive Seúl la amenaza constante del régimen norcoreano?

–Nuestra presidenta ha lanzado el denominado «proceso de confianza», basado en incrementar el esfuerzo para que ambas Coreas restablezcan una buena relación y fomentar el diálogo oficial. Eso sí, siempre responderemos a las provocaciones militares de Corea del Norte. Nuestra prioridad es resolver los problemas en materia humanitaria, construir la infraestructura necesaria para conseguir la prosperidad de los ciudadanos de ambos países y recuperar la homogeneidad entre las dos naciones.

– Pero parece que Pyonyang no tiene intención de frenar su programa nuclear...

–Sí, y la tensión está aumentando, porque siguen amenazando con realizar una nueva prueba nuclear. También sigue provocando militarmente al lanzar misiles al mar. Por eso estamos realizando los máximos esfuerzos para que desistan de esta vía. Los ensayos nucleares constituyen una amenaza a la paz y seguridad de la comunidad internacional.

–¿Qué ocurrirá si finalmente lo llevan a cabo?

–La comunidad internacional expandirá sus sanciones. Ya están sufriendo varias penalizaciones, pero si hacen este cuarto ensayo nuclear, las sanciones serían mas fuertes, además de que este hecho no haría otra cosa que profundizar su aislamiento.

–¿En qué sentido se necesitan las dos Coreas?

–En varios. Necesitamos trabajar juntos, por eso se ha reabierto el recinto industrial en Kaesong, en la frontera. Trabajar juntos traerá buenos resultados con beneficios mutuos. Corea del Norte tiene una mano de obra más barata pero muy cualificada, y también grandes recursos naturales. Corea del Sur tiene la tecnología y el capital. Si se combinan ambas sería una positiva sinergia y sobre todo conduciría a la mejora del ambiente político y militar. Las tensiones se reducirían.

–¿Es Kim Yong Un un líder más intransigente y despiadado que su padre, Kim Yong Il?

–Cuando asumió el poder tras la muerte de su padre, esperábamos algo diferente de él, pero no fue así, al contrario, creo que su aislamiento y provocación militar se repite, pero nosotros seguiremos nuestras políticas del proceso de confianza. Eso sí, no estoy en la posición de decir que es más duro que su padre.

–¿Son conscientes en Seúl de que a pocos kilómetros de su frontera se cometen graves violaciones de los Derechos Humanos?

–Sí. Corea del Norte es un país donde se comenten crímenes y violaciones de los derechos humanos de manera horrible y sistemática. Esto lo ha confirmado la ONU, Human Rights Council y también la UE. Nuestro Gobierno está muy interesado en la solución de este problema y seguimos en nuestro mensaje para se mejore la protección de sus ciudadanos.

–¿Qué lección aprendió Corea tras el accidente de ferry en el que murieron 292 personas?

–El Gobierno, a raíz de esa crisis, mejorará la seguridad ciudadana. Se adoptarán reformas para establecer una agencia responsable de rescates y seguridad ciudadana. Será un gran cambio estructural.

–¿Cuál es su prioridad como nuevo embajador de la República de Corea en España?

–Elevar los vínculos bilaterales políticos, económicos, sociales y culturales y aumentar las relaciones comerciales de inversiones entre ambas naciones. Corea ocupa un lugar estratégico para las empresas españolas y es una buena plataforma para entrar en los mercados asiáticos. El pueblo coreano quiere conocer mejor la cultura y el idioma español. El número de turistas coreanos en este país crece muy rápido. De hecho, más de 200.000 visitan España al año.