Oslo

Nobel de la Paz al desarme químico

La reina Sonia (i) y el rey Harald (d) de Noruega
La reina Sonia (i) y el rey Harald (d) de Noruegalarazon

La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) recibió ayer el galardón del Nobel de la Paz por su importante trabajo en busca del desarme durante los últimos 17 años, pero en especial por su labor en Siria. El acuerdo con el régimen de Bachar al Asad impidió que EE UU lanzara una operación en septiembre como respuesta al uso de armas químicas que provocó una masacre de civiles en los suburbios de Damasco en agosto. La disposición de Damasco a cumplir con este pacto se ha considerado uno de los mayores logros diplomáticos hasta la fecha desde que comenzó hace más de dos años y medio la guerra en Siria. El régimen ha facilitado y colaborado con los inspectores de la OPAC para hacer que este trabajo que se consideraba un gran reto para la organización se haya cumplido en los plazos previstos. El premio Nobel de la Paz prevé que las operaciones de destrucción del arsenal químico sirio puedan comenzar antes de finales de enero. Así lo afirmó ayer el director de la organización, Ahmet Uzumcu, antes de recibir el prestigioso galardón. «Esperamos que de aquí a finales de enero la destrucción podrá comenzar en el buque estadounidense», especialmente habilitado para ello, detalló Uzumcu. En todo momento, el diplomático turco que lidera la OPAC quiso incidir en que el galardón es fruto del trabajo de todos los empleados de la organización. «La OPAQ ha verificado la destrucción de un 80% de todas las armas químicas declaradas y hay 190 Estados que se han sumado a la prohibición», declaró.