Papel

Rousseff dice que confía en Obama y da por superada la crisis por espionaje

Rousseff dice que confía en Obama y da por superada la crisis por espionaje
Rousseff dice que confía en Obama y da por superada la crisis por espionajelarazon

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aseguró hoy que confía en el presidente de EEUU, Barack Obama, y dio por superada la "crisis"provocada en la relación bilateral por las revelaciones sobre el espionaje en Brasil de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense. "Esta visita supone la reanudación de nuestra relación", afirmó Rousseff en una conferencia de prensa después de reunirse con Obama en la Casa Blanca en Washington.

Iba a ser la primera visita a Washington de un líder de Brasil en 20 años. Estaba programada para octubre de 2013. El presidente Barack Obama siempre había dejado claro que cuando pensaba en Latinoamérica pensaba especialmente en Brasil. Sus datos de crecimiento, su población de 200 millones de personas... Todo suponía un gran atractivo para EE UU. Sin embargo, la que se suponía que era la gran oportunidad de Obama para acercarse a la presidenta braseileña, Dilma Rousseff, quedó eclipsada por las filtraciones de Edward Snowden. La mandataria decidió suspender su viaje a EE UU tras conocerse que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) había intervenido sus llamadas y sus conversaciones. Desde la Casa Blanca, se intentó entonces rebajar la tensión diciendo que ese tipo de estrategias de espionaje de Estados Unidos formaban parte del pasado.

Ayer, y tras varios meses de desencuentros, Rousseff aterrizó en Washington. «Creo que esta visita indica que hemos pasado página y seguimos adelante», explicó Ben Rhodes, el consejero de política exterior del presidente Barack Obama. Ambos mandatarios mantuvieron una «cena de trabajo» en la Habitación Azul de la Casa Blanca. Hoy habrá un encuentro en el que querrán mostrar a los periodistas que las tensiones tras el escándalo por el espionaje se han disipado. Rousseff, que empezó su segundo mandato en enero, llega a EE UU con unos bajos índices de popularidad en su país, debido a la pobre actividad económica y al escándalo de corrupción de la compañía estatal de petróleo Petrobas.

Las conversaciones de hoy se centrarán especialmente en el comercio, la inversión y el cambio climático. De esta forma, ambos equipos han hecho hincapié en diseñar una agenda económica. Brasil es el segundo socio comercial de Estados Unidos después de China con un intercambio de flujo comercial de 62.000 millones de dólares. La intención de Washington es consolidar su presencia en el gigante de Suramérica y reducir la influencia china. De hecho, Brasil ha iniciado un programa de concesiones en infraestructuras valorado en 64.000 millones de dólares que Obama no quiere dejar escapar.

Ambos políticos se encuentran seis meses antes de una conferencia en París organizada por Naciones Unidas en la que está previsto que se firme un tratado sobre cambio climático. Obama ha indicado que el calentamiento gradual del planeta podría empeorar las tensiones sociales y la inestabilidad política en la comunidad internacional, además de perjudicar a Estados Unidos. Washington ya ha anunciado su plazo de 2025 para reducir las emisiones de gases al 26% por debajo de los niveles de 2005. Mientras, Brasil, la séptima economía más grande del mundo es uno de los mayores emisores que no ha presentado todavía sus objetivos para controlar la polución. La ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixera, que viaja con Rousseff, ha criticado que las naciones desarrolladas tienen más responsabilidad que los países emergentes.