La amenaza yihadista
Obama pone tropas en Siria
El presidente de EE UU autoriza por primera vez un operativo terrestre, sin coordinarse con Asad, para abatir al emir del petróleo del Estado Islámico, Abu Sayyaf. La fuerza de élite captura a su esposa.
Estados Unidos ha completado con éxito una operación de sus fuerzas especiales en el interior de Siria. Un comando de élite entró en la madrugada del sábado en Al Amr, al este de Siria, para capturar a un cabecilla del Estado Islámico, Abu Sayyaf, quien fue abatido durante el cruce de artillería con las fuerzas estadounidenses. En la redada, la esposa del líder yihadista, Umm Sayyaf, «fue capturada viva y trasladada a una prisión militar en Irak», confirmó en un comunicado el secretario de Defensa, Ash Carter. El terrorista abatido estaba implicado en las operaciones militares del EI y también dirigía el lucrativo comercio ilegal de petróleo y gas, así como las operaciones financieras del grupo yihadista, precisó Carter. Se trata de la primera incursión exitosa de las tropas de tierra estadounidenses desde que comenzó la campaña militar contra el Estado Islámico el año pasado, en la que han participado dos docenas de comandos de la Fuerza Delta, que entraron en Siria a bordo de helicópteros Halcón Negro y V-22 Ospreys. El operativo en Al-Amr fue autorizado por el presidente Barack Obama y llevado a cabo por fuerzas desplegadas en Irak. «Ninguno de los soldados de EE UU que participaron en la operación durante la noche resultaron muertos o heridos», declaró la Casa Blanca.
Un funcionario del Departamento de Defensa explicó a «The New York Times» que los combatientes del EI defendieron el edificio donde se encontraba Abu Sayyaf y trataron de utilizar a las mujeres y niños como escudos humanos, pero que los comandos de la Fuerza Delta «utilizron fuego muy preciso» y «separaron a las mujeres y los niños». La operación precisón de «lucha cuerpo a cuerpo», agregó la fuente. Las fuerzas especiales estadounidenses fueron capaces de apoderarse de los equipos de comunicaciones y otros materiales que se encontraban en el edificio, que pueden resultar útiles en las evaluaciones de inteligencia. La redada permitió además la liberación de una mujer yazidí que estaba siendo utilizada como esclava. «Esperamos que se pueda reunir con su familia tan pronto como sea posible», afirmó la Casa Blanca.
La muerte de Abu Sayyaf, conocido en EE UU como «emir de petróleo y gas» representa un duro golpe para el autoproclamado Estado Islámico, ya que jugaba un papel clave en el control del tráfico de petróleo en Siria, fuente principal de ingresos del grupo extremista. No obstante, analistas sostienen que se trata de un miembro de la organización de rango medio que puede ser fácilmente reemplazable. El ataque se produjo después de semanas de vigilancia de Abu Sayyaf, utilizando la información obtenida de una pequeña pero creciente red de informantes de la CIA y el Pentágono que ha desarrollado minuciosamente en Siria, así como las imágenes satélite, reconocimiento con drones y escuchastelefónicas, indicó la cabecera norteamericana basándose en testimonios de funcionarios estadounidenses. La Casa Blanca rechazó los informes iniciales que circularon ayer en medios sirios, que atribuyeron el ataque a las tropas del presidente Bachar al Asad. «El Gobierno de Estados Unidos no coordinó con el régimen sirio, ni les informamos antes de esta operación», declaró Meehan. «Hemos advertido al régimen de Asad de no interferir en nuestros esfuerzos en curso contra el EI dentro de Siria», agregó la portavoz de la Casa Blanca. Sin embargo, la televisión estatal siria dijo que las fuerzas del régimen acabaron con la vida de al menos 40 combatientes del Estado Islámico, incluyendo a un «ministro del petróleo» de la organización, en un ataque en el campo de petróleo más grande del país, en Deir al-Zour (este del país). La prensa del país identificó al cadáver como Abu al Teem al Saudí.
Por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos confirmó el ataque al lugar pero con un saldo de muertos diferente. Fueron alrededor de 19 personas las fallecidas entre ellas, se identificaron a 12 extranjeros.Sin embargo, este organismo no precisó la autoría del ataque. A pesar de este golpe importante contra el EI, el grupo yihadista sigue avanzando en Siria e Irak. Las tropas iraquíes están luchando con combatientes de EI en la ciudad de Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, donde se apoderaron de edificios clave e izó su bandera negra el viernes. Las Fuerzas de Seguridad empezaron ayer a congregarse en el barrio de Al Malaab, al este de la localidad, para prepararse para un contraataque con el fin de recuperar los barrios controlados por los yihadistas. La conquista de la tercera ciudad más grande de Irak ha alarmado a Washington, que enviará armamento pesado, munición y otros suministros militares al Gobierno del primer ministro Haidar al Abadi. Así lo comunicó ayer la Casa Blanca a través de su vicepresidente Joe Biden, quien telefoneó a Al Abadi, para «reafirmarle» el apoyo continuado de Estados Unidos con su país en la lucha contra los terroristas. Biden agradeció a al primer ministro iraquí su «firme liderazgo en Irak» y que éste «promueva la unidad nacional en un momento de grandes retos en la seguridad».
En Siria, las fuerzas del régimen de Bachar al Asad también tratan de hacer retroceder a combatientes del grupo islamista en la histórica ciudad de Palmira, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. «El Estado Islámico se ha hecho con el control de la mayor parte del norte de la ciudad», advirtió ayer del Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Palmira tiene una importancia estratégica para los yihadistas, ya que su conquista abriría el camino hacia el desierto sirio, limítrofe con esta misma provincia iraquí de Al Anbar. Además, sería otro golpe a la herencia cultural ya que los yihadistas prometen acabar con todo el legado artístico.
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