Política

Guerra en Siria

Obama se juega su credibilidad

La Razón
La RazónLa Razón

- ¿Obama se juega su reputación con la intervención en Siria?

–El presidente Barack Obama se enfrenta a una situación muy complicada. Por un lado, debe explicar con mayor detalle –posiblemente lo haga hoy– cuáles serían los objetivos de una operación militar en Siria para que tanto el Congreso como el pueblo norteamericano lo apruebe. Pero la falta de un plan de futuro en Siria, de saber el siguiente paso, no convence. Nadie duda de que fue Bachar al Asad quien perpetró el atroz ataque con armas químicas, pero no es la primera vez que lo hace y al advertir Obama de que su uso sería una línea roja, el presidente estadounidense pensó que así se evitaría intervenir. No ha sido el caso, y ahora se juega su reputación y la de EE UU.

- ¿Sentaría un precedente no actuar?

–Claro, se complica todavía más, pues Obama también ha declarado que no permitirá las armas nucleares en Irán. Si Siria cruza la línea roja y no hay consecuencias, Irán captará el mensaje también. Y esto es algo muy peligroso.

- Desde Rusia aseguraron ayer que Siria ha aceptado poner su arsenal químico bajo control internacional. ¿Esto evitaría la intervención? ¿Lo preveía EE UU?

–El problema de la propuesta de los rusos es en primer lugar: ¿cómo se van a poner estas armas bajo control internacional en plena guerra civil? ¿Qué fuerzas internacionales se van a desplazar hasta los lugares en Siria donde se mantienen estas armas químicas? Es muy difícil, desde el punto de vista práctico, insertarse en una guerra civil. Del otro lado, aun si se resuelve la cuestión química, eso no acaba con la crisis siria, ni con la raíz fundamental del problema. En total, ya han muerto 100.000 personas y 99.000 han perecido a causa del arsenal químico. Los escenarios que se plantean son muy peligrosos aun sin el uso de armas químicas. En teoría, Obama sólo quiere dar «un cañonazo sobre la proa», pero por ejemplo, si finalmente Asad es derrocado y llegan al poder algunas facciones yihadistas, esto sería también una fuente de complicaciones y peligros.

- ¿Por qué el Congreso y la opinión pública son tan reacios a una intervención en Siria? ¿Estamos ante «el Irak de Obama»?

–A diferencia de Bush, que sí tenía apoyo del Congreso, pues fue autorizado, es que después de Irak y Afganistán en la opinión pública no hay apetito por una intervención en Oriente Medio. El problema para la Administración Obama es que una crisis internacional se ha transformado en una crisis política nacional.

*Politólogo y experto en terrorismo e insurgencia del «think tank» estadounidense RAND