ONU
Obama y Castro dan en la ONU un paso más hacia su reconciliación
El presidente cubano exige a su homólogo estadounidense suavizar el embargo pero no ofrece un avance en los derechos y libertades de la isla
El presidente cubano exige a su homólogo estadounidense suavizar el embargo pero no ofrece un avance en los derechos y libertades de la isla
Era la foto del día. Se abrocharon sendas chaquetas, pusieron su mejor cara y ofrecieron sus mejores sonrisas. El presidente norteamericano, Barack Obama y su homólogo cubano, Raúl Castro mantuvieron ayer un encuentro bilateral, el segundo en este año pero el primero desde la reapertura de embajadas, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas. El objetivo era continuar con el proceso de acercamiento entre EE UU y Cuba. Fue un encuentro breve y apenas trascendió lo que ocurrió cuando se cerró la puerta. Fue la tercera vez que ambos mandatarios se daban la mano, después de su encuentro en Suráfrica en el funeral de Nelson Mandela y de su reunión en la Cumbre de Panamá. Sobre la mesa estaban marcados en rojo el levantamiento del embargo y la situación de los derechos humanos en la isla. Sobre la segunda cuestión no hubo ni una sola mención, mientras que la primera centró la mayor parte de la cita.
Castro, quien definió a su homólogo estadounidense como un «hombre honesto» y del que admira sus «orígenes humildes», pidió a Obama que «utilice sus poderes ejecutivos para levantar el embargo contra la isla si quiere seguir avanzando en el proceso de normalización de relaciones». Es más, según el canciller cubano, Bruno Rodríguez, el líder caribeño no está dispuesto a dar más pasos en la normalización de las relaciones hasta que se solucione este asunto. Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, informó de que Obama transmitió a Castro que las «reformas» en ese país «aumentarían el efecto» de los cambios adoptados por su Gobierno para relajar el embargo a la isla. Mientras, Rodríguez insistía en que «hay una oportunidad de avanzar significativamente en la normalización de las relaciones bilaterales en el periodo del presidente Obama» y que las dos partes deben «aprovechar el tiempo» que le queda en la Casa Blanca para avanzar.
El próximo 27 de octubre y como viene produciéndose desde hace más de dos décadas, Cuba tiene previsto someter a votación una resolución en la Asamblea condenando el embargo. En la votación del año pasado, hubo 188 votos a favor y dos en contra, los de Estados Unidos e Israel, además de tres abstenciones. Desde Washington se han opuesto al levantamiento del embargo en las 23 votaciones que se han llevado a cabo en la Asamblea General. Por este motivo, y aunque se trate tan sólo de un gesto simbólico, la abstención de EE UU daría prueba del cambio de política imprimido por el presidente nortamericano y añadiría más presión al Congreso para que levante el castigo. La denominada «doctrina Obama» –por el giro impuesto en Cuba y en Irán– se ha topado con resistencia de la bancada republicana que controla el poder legislativo. De hecho, ayer, el precandidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Marco Rubio, pidió al presidente que vote en contra del fin del embargo económico en la ONU.
«El bloqueo impuesto a Cuba persiste en su totalidad, está en completa aplicación, no ha sido en absoluto modificado», criticó el canciller isleño. Otro de los asuntos que estuvo presentes en el encuentro bilateral fue la devolución de la base militar de Guantánamo a Cuba, tal y como reivindica el régimen cubano. Obama no ocultó que no tiene intención de devolver la base naval, donde todavía se encuentran encarcelados varios conspiradores de los atentados del 11-S. «Se trata de otro de los elementos de alta prioridad en el proceso de normalización», subrayó el canciller cubano. La presencia de EE UU en Guantánamo responde a un acuerdo alcanzado antes de que llegasen los hermanos Castro al poder y se necesita el consentimiento de las dos partes para concluir con el pacto.
Rodríguez recordó a los medios que ambas delegaciones están ya dialogando en numerosas áreas como el medio ambiente, la lucha contra el narcotráfico, la búsqueda y salvamento de personas en el mar, el terrorismo, la salud o los servicios de correos. También matizó que para ser realistas, Washington y La Habana continúan manteniendo profundas diferencias en asuntos exteriores y en otros ámbitos, especialmente al respeto a las libertades en la isla.El encuentro de ayer, que según ambas delegaciones se desarrolló en «un ambiente respetuoso y constructivo», sirvió también para intercambiar impresiones sobre las visitas del papa Francisco.
Viejos enemigos
- Apretón de manos en Suráfrica.
El primer acercamiento entre el presidente norteamericano, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro se produjo durante el funeral de Estado del ex presidente surafricano, Nelson Mandela. Ese histórico apretón de manos dio paso al proceso de deshielo que llevó al anuncio del 17 de diciembre.
- Encuentro en la Cumbre de Panamá.
Fue la primera reunión de carácter oficial entre los dos viejos enemigos. Tuvo lugar en el marco de la Cumbre de las Américas en Panamá el pasado mes de abril. Tras la cita se produjo la reapertura de embajadas este verano.
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