
Oriente Medio
La UE se ofrece como mediadora entre Israel e Irán
Bruselas advierte a EE UU contra una intervención militar que arrastre a la región a un conflicto más amplio

La Unión Europea reivindica su papel diplomático en el conflicto entre Israel e Irán. Bruselas se ofrece como mediadora tanto para contener la escalada entre las partes como para conseguir que el país de los ayatolás renuncie a su programa de uranio enriquecido.
“Quedó claro que, ahora que las conversaciones entre Irán y Estados Unidos se han estancado, la UE y Europa como tal tienen un papel que desempeñar” ha asegurado la máxima representante de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas, en una rueda de prensa después de una reunión extraordinaria por videoconferencia de los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete.
Antes de que comenzasen los ataques entre Israel e Irán, Washington estaba en negociaciones con Teherán para que el país de los ayatolás renunciase a su programa de uranio enriquecido y, por eso, ahora los Veintisiete buscan su oportunidad. La diplomacia comunitaria ya se apuntó un tanto cuando tuvo un papel clave en el acuerdo del año 2015 que imponía una serie de límites al enriquecimiento de uranio con el fin de evitar la construcción de armas nucleares por parte de la república islámica. Sin embargo, este pacto se convirtió en papel mojado cuando Washington abandonó este acuerdo en 2018, durante el primer mandato de Donald Trump.
“Todos coincidimos en la urgente necesidad de evitar la escalada. Irán no puede tener una bomba nuclear y la diplomacia es la solución para evitarlo y la UE desempeñará el papel que le corresponde”, ha insistido Kallas.
La rueda de prensa ha tenido lugar unas horas después de que Donald Trump abandonase de forma abrupta la reunión del G7 en Canadá, sin que estuviera del todo claro la razón. Ante posibles especulaciones, Kallas ha dejado claro que la UE no apoyará una intervención militar directa por parte de Estados Unidos contra Irán y en apoyo de Israel. ” Si Estados Unidos se involucra, sin duda arrastrará a la región a un conflicto más amplio. Y esto no beneficia a nadie", ha asegurado Kallas, si bien por ahora los mensajes por parte de Washington parecen no ir en esa dirección. “En mi conversación con el secretario de Estado, Marco Rubio, él enfatizó que tampoco les conviene verse involucrados en este conflicto", ha añadido en referencia a la llamada que mantuvo el lunes con su homólogo estadounidense.
“Presionamos constantemente para detener esta guerra porque los riesgos de escalada y de contagio son demasiado altos. Además, existe el riesgo de un error de cálculo, que está agravando aún más este conflicto”, ha advertido Kallas.
En medio de constantes tensiones con la Administración Trump, la UE intenta configurar una política autónoma respecto a Washington e imponer sus propias normas en el tablero internacional. Por eso, la rueda de prensa de este martes ha estado protagonizada por varios recados a la Casa Blanca. Kallas ha rechazado un posible papel mediador de Vladimir Putin entre Israel e Irán como ha sugerido Estados Unidos. “Rusia no es nadie y el presidente Putin no es alguien que pueda hablar de paz y no es un mediador que realmente pueda ser considerado”, ha asegurado la ex primera ministra estonia, quien también ha abogado por que la UE continúe por su cuenta con la propuesta de poner un límite al precio del petróleo , aunque la iniciativa no cuente con el apoyo de Estados Unidos. Kallas cree que ahora este medida es más necesaria que nunca ya que las tensiones en Oriente Medio pueden desembocar en una escalada de los precios que beneficie a Rusia.
La Comisión Europea propuso la semana pasada un nuevo límite al precio del crudo para para que se sitúe en los 45 dólares por barril frente a los 60 actuales, dentro de su decimoctavo paquete de sanciones contra Moscú por la invasión de Ucrania. Ahora, las empresas pueden utilizar petróleo ruso transportado por vía marítima siempre que su precio sea inferior a los 60 dólares por barril. El propósito reside en reducir los ingresos del Kremlin con los que financia su sangrienta maquinaria de guerra ya que las exportaciones de petróleo siguen representando un tercio de los ingresos públicos de Rusia”. La UE confiaba en un acuerdo global durante la reunión del G7 en Canadá, que finalmente no ha acabado produciéndose.
Precisamente este martes, la Comisión Europea ha presentado su propuesta para prohibir las importaciones de gas ruso, incluido el licuado. La Comisión Europea comenzará a prohibir los nuevos contratos a partir del 1 de enero de 2026 y aquellos a largo plazo deberán finalizar el 17 de junio de 2026, exceptuando aquellos por gasoducto de países sin costa y vinculados en contratos a largo plazo que tendrán como límite hasta finales de 2027. La Comisión Europea ha exigido a los países europeos que presenten sus planes para cumplir estos objetivos tanto para el gas como para el petróleo antes del 1 de marzo de 2026.
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