Análisis
“Oriente Próximo experimentará más años de inestabilidad”
Niza Farsakh, profesor de la Escuela de Asuntos Internacionales Elliott de la Universidad George Washington, analiza para LA RAZÓN las últimos acontecimientos en Oriente Medio y el alto el fuego
El ultimátum de Trump a Hamás respecto a la inmediata entrega de los rehenes, ¿está perjudicando la segunda fase del acuerdo?
Sí, lo hace. Mientras que todas las partes estaban confiadas en que la primera etapa del acuerdo de alto el fuego se llevaría a cabo, muchos son ahora cautelosos sobre la implementación de las otras fases, especialmente la última. Esto se debe a que el ala derecha del gobierno de Netanyahu no quería el acuerdo en absoluto y prefería continuar con la guerra. Por lo tanto, Netanyahu aceptó el alto el fuego a regañadientes, con la intención de implementar solo lo que tuviera que hacer para evitar la presión del público estadounidense e israelí. Además, se mantuvo firme en su intención de no terminar la guerra, algo que es una demanda clave de Hamas. Con tales intenciones opuestas, el alto el fuego iba a durar solo hasta que cualquiera de las partes deje de ver sus beneficios.
Los últimos acontecimientos, ¿están favoreciendo el auge de las fuerzas ultra nacionalista en Israel?
Sí. Los ultra-nacionalistas no querían un alto el fuego y estaban dispuestos a sacrificar a los rehenes, ya que consideran que restablecer la disuasión de Israel es una prioridad mayor que salvar vidas israelíes. Su argumento está en la línea de que los intereses colectivos prevalecen sobre los de los ciudadanos individuales. La amenaza de Trump socava la esencia misma de lo que motivó a Hamas a aceptar el alto el fuego.
La llegada de Trump a la Casa Blanca está revolucionando la relación con los países árabes, en concreto con Egipto, hasta ahora socio imprescindible de EE UU
La llegada de Trump a la Casa Blanca es una malísima noticia para Egipto, muy consciente de la escalada incendiaria que han producido sus palabras. En este escenario, Egipto sufrirá algunas de las consecuencias negativas. Cabe recordar que el presidente egipcio Al Sisi tuvo muchas dificultades para controlar la península del Sinaí por lo que introducir más inestabilidad y presión económica a los refugiados gazatíes pone aún más estrés en un entorno de seguridad ya precario en esta región. Además, la jugada de Trump podría envalentonar a Hamas y desestabilizar aún más la región.
El plan de Trump sobre Gaza ¿qué consecuencias podría tener en la región y en los países vecinos?
Eso es difícil de predecir, ya que las cosas podrían tomar muchas direcciones. Lo único seguro es que cuanto más numerosos sean los planes grandiosos de Trump que no se lleven a cabo, más impredecible se volverá la política exterior de EE UU. Esto hace que sea muy difícil para los países de la región calibrar sus políticas regionales dado el fuerte involucramiento de EE. UU. Probablemente la región experimentará más años de inestabilidad.
¿Qué consecuencias podría tener retener la ayuda a Jordania y Egipto?
Jordania depende más de la ayuda estadounidense que Egipto, pero ambos sufrirán, ya que esa ayuda alivia una porción significativa de sus necesidades internas. Los gobernantes hashemíes de Jordania están en una crisis más aguda porque más de la mitad de la población es palestina, en un momento en el que el gobierno tiene mucho menos margen para satisfacer las expectativas de la población no palestina mediante desempleo encubierto (absorción en el sector público) y subsidios gubernamentales. Al mismo tiempo, Jordania no solo depende enormemente de la ayuda financiera de Estados Unidos sino también de su apoyo político y geoestratégico. Por lo tanto, aunque la retórica del monarca jordano pueda sonar desafiante, creo que se verá obligado a aceptar algún compromiso.
Egipto, en teoría, tiene más poder, ya que su población es mucho mayor y EEUU tiene un mayor número de intereses con él. Sin embargo, la insatisfacción pública con el régimen de Sisi está creciendo y la llegada de refugiados gazatíes solo pondrá más presión económica y política. También se verán obligados a aceptar algún compromiso, pero tal vez a través de acuerdos con países terceros para acoger temporalmente a los gazatíes que sean admitidos.