Osborne anuncia que será «firme» en las negociaciones con Europa

Reino Unido no tardará en empezar las negociaciones con la Unión Europea (UE). El ministro de Economía británico, George Osborne, recién nombrado primer secretario de Estado en el nuevo Gobierno conservador de David Cameron, aseguraba además ayer en Bruselas que las negociaciones serán «firmes» a la par que «constructivas» en beneficio no sólo de su país sino del resto de socios. «Llegamos aquí con un mandato muy claro para mejorar las relaciones de Reino Unido con el resto de la UE y para reformar la UE, de manera que cree empleos y mejore los estándares de vida para todos sus ciudadanos», declaraba el titular de Economía a su llegada a la reunión de ministros de Economía y Finanzas de los Veintiocho.

El ministro mostró su determinación para la celebración del referéndum, en el que los ciudadanos británicos podrán decidir si quieren permanecer dentro de la Unión Europea o si, por el contrario, prefieren continuar su futuro en solitario. Como tarde se celebrará en 2017, pero para entonces las negociaciones con la UE tendrán que haber prosperado para que los británicos decidan en base a las nuevas reglas. «Nadie puede dudar de que celebraremos ese referéndum sobre la pertenencia de Reino Unido a la UE y de que llevaremos a cabo esa negociacion», insistió Osborne.

«Entramos en las negociaciones de manera constructiva y comprometida, pero también decidida y firme y nadie debe subestimar nuestra determinación de conseguirlo para los trabajadores de Reino Unido y de toda la UE», afirmaba el ministro británico. Sus homólogos aprovecharon la reunión del Ecofin para felicitarle tras las elecciones del pasado jueves, que dieron a los conservadores su primera mayoría absoluta desde 1992.

El ministro español, Luis De Guindos, reconocía en rueda de prensa al término del Consejo que la economía «ha sido uno de los factores importantes» para la victoria de David Cameron en Reino Unido. Por su parte, su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, se mostró cooperativo para alcanzar ciertos cambios en la UE, aunque era partidario de seguir ese camino «poco a poco». «La opinión que ha defendido el Gobierno alemán ha sido siempre que necesitamos cambios en los tratados, pero la afirmación realista también de nuestro Gobierno es que para nada es seguro que sea algo que se pueda conseguir rápidamente», señalaba Schäuble.

El increíble resultado de Cameron le llevará a elevar si cabe con mayor fuerza su discurso ante las instituciones europeas. El respaldo popular a sus promesas durante la campaña electoral le hará negociar sin reparos. En el otro lado de la negociación, Bruselas espera tener encima de la mesa las propuestas de Reino Unido con una actitud «abierta y constructiva». Sin embargo, también planteará «líneas rojas» en la negociación. Serán intocables las libertades fundamentales de la UE, que son el sustento del espíritu europeo: la libertad de trabajadores, mercancías, servicios y capitales. Sí cabría la posibilidad, por el contrario, de negociar con Londres medidas para evitar que se produzcan abusos derivados precisamente de estos derechos fundamentales.