Conflicto Israel-Palestina
Hamás amenaza con «días de ira»
Cientos de personas protestan en las calles de Gaza
El movimiento islamista palestino Hamás aseguró hoy que el reconocimiento por Estados Unidos de Jerusalén como capital de Israel "no cambia el estatus religioso, legal y administrativo"de la ciudad.
El jefe político de Hamás, Ismail Haniye, respondió así a la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de reconocer ese cambio, que lo convierte en el primer país del mundo en dar este paso pese a que la comunidad internacional no reconoce la soberanía israelí en la parte oriental de Jerusalén, ocupada y que los palestinos reclaman como capital de un futuro Estado.
Haniye añadió que los palestinos "saben cómo responder adecuadamente a la desconsideración sobre sus sentimientos y santidades", sin dar más datos sobre posibles reacciones.
Otro líder del movimiento, Ezat Resheg, fue más lejos en sus declaraciones, consideró la decisión de Trump como una "agresión"contra el pueblo árabe, islámico y "el mundo libre", y dijo que "ni la Administración (norte)americana ni la ocupación (israelí) ni otros poderes son capaces de imponer un hecho consumado sobre la ciudad ocupada de Jerusalén".
"Jerusalén permanecerá como capital eterna de Palestina, de árabes y de musulmanes", agregó en un comunicado.
Y advirtió de que estos "serán días de ira de las masas de nuestro pueblo en Palestina"y en todo el mundo para rechazar y "condenar el crimen del reconocimiento por Washington como capital de la ocupación", al tiempo que defendía el "derecho"palestino a proteger los lugares santos.
Antes del discurso que Trump ofreció desde Washington, la Franja de Gaza fue escenario de numerosas protestas contra el cambio en la línea política de la Administración estadounidense, que se teme provoque un aumento de la violencia y la tensión en la región.
Por su parte, cientos de manifestantes se concentraron hoy en Gaza capital para protestar contra la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer Jerusalén como capital de Israel y quemaron fotos del presidente estadounidense y banderas de ese país.
"Las manifestaciones con ira son un paso en una serie de pasos que nosotros, los países árabes e islámicos, vamos a tomar contra la decisión (norte)americana de tomar la ciudad de Jerusalén", declaró el líder de Hamás Salah al Bardawil, en una intervención durante la protesta.
El dirigente islamista consideró la decisión de la Casa Blanca como "muy peligrosa para la causa palestina", así como "una violación de la doctrina, de nuestra historia, de nuestro corazón y de nuestra alma".
Al Bardawil también advirtió que la declaración del presidente de los EEUU "llevará a un levantamiento popular y entonces la resistencia hará quemar la tierra y cortará las manos a cualquiera que intente extenderlas hacia Jerusalén y los lugares sagrados".
El líder de la Yihad Islámica, Jaled al Batsh, por su parte, señaló que "el pueblo palestino, en casa y en la diáspora, junto a todos los pueblos libres del mundo, rechaza la decisión americana sesgada hacia Israel".
Según él, la medida de Trump "confirma el fracaso del proceso de paz", por lo que insta a los países árabes e islámicos a "responder cesando los lazos con EEUU y retirando el reconocimiento a Israel y a los Acuerdos de paz de Oslo firmados por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en 1993".
Los manifestantes gritaron eslóganes nacionalistas y en defensa de Al Aqsa, situada en la Explanada de las Mezquitas, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, territorio palestino ocupado sobre el que Israel extendió en 1980 una soberanía que hasta ahora no ha reconocido ningún país.
Los congregados portaban pancartas con mensajes como: "A Jerusalén. Nuestros ojos viajan a ti cada día", "No al traslado de la embajada (norte)americana a Jerusalén"o "Jerusalén es palestina, árabe e islámica".
Además, hombres, mujeres y niños, congregados en la plaza del Monumento a los Soldados Caídos, con banderas palestinas y del movimiento de los Comités de Resistencia Popular, quemaron varias banderas israelíes y estadounidenses.
Las facciones palestinas han declarado tres días de la ira a partir de hoy y Hamás ha llamado a una jornada violenta el próximo viernes, por lo que se temen disturbios en Jerusalén, Cisjordania y en la frontera con Gaza ese día.
El Consulado General de EEUU en Jerusalén emitió ayer una advertencia de seguridad que pide a sus ciudadanos que no entren en la Ciudad Vieja ni en Cisjordania (incluidos Belén y Jericó) y restringió los traslados de su personal a esas zonas "solo para cuestiones esenciales y con medidas adicionales de seguridad".
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