Política

Bruselas

Por una revolución en la política migratoria

Europa en el diván

La Razón
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La UE se ha encontrado de bruces con la tragedia en las aguas de Lampedusa y ha demostrado escasa capacidad de reacción. En un primer momento, las críticas procedentes de Italia dejaron indefensa a la Comisión Europea, que ha luchado estos días para demostrar que el gran problema es la falta de fondos derivada de los recortes presupuestarios decididos por los gobiernos de los 28. Aun así, la Comisión Europea ha propuesto reorganizar el trabajo de la agencia de gestión de fronteras (Frontex) para llevar a cabo una operación de gran envergadura en el Mediterráneo. Sin embargo, el nuevo hundimiento ante la costa italiana ha vuelto a poner en entredicho su capacidad de actuación en un asunto que hoy por hoy es competencia de los Estados. El presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, ha asegurado que Europa está intentando ser más «consciente» del problema de la inmigración y, aunque los esfuerzos europeos ya existían, ahora «es indispensable dar un paso más» porque se trata de un problema común. Por ello, los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 abordarán esta cuestión en el Consejo Europeo de los próximos 24 y 25 de octubre, pero todavía no está claro qué medidas pueden decidir cuando los 28 se dividen entre países receptores, como Italia, Austria, Reino Unido o Suecia, y países de entrada, como Italia, España o Grecia.