Primer día de apertura del Gobierno de EEUU tras un cierre histórico

Se reabren las oficinas, las puertas de los museos y hasta los parques nacionales. Se reactivan los trámites de todo tipo.

Los funcionarios estadounidenses, más de 800.000, afectados por el cierre parcial de la Administración federal, vuelven desde ayer a sus puestos de trabajo. Se reabren las oficinas, las puertas de los museos y hasta los parques nacionales. Se reactivan los trámites de todo tipo. Las declaraciones de la renta y las devoluciones. La tramitación y el cobro de subsidios. Las burocracias de la inmigración. Pero el regreso a la normalidad no significa que el país olvide los costos del cierre más prolongado, 35 días, en la historia de EE UU. Un revelador documento, publicado por la Oficina de Presupuesto, un órgano bipartidista, estima las pérdidas generadas en no menos de 11.000 millones de dólares. De los que 3.000 millones son ya«irrecuperables».

Los investigadores consideran que «el cierre frenó la actividad económica principalmente debido a la pérdida de la contribución de los trabajadores federales al Producto Interior Bruto, el retraso en el gasto federal en bienes y servicios y la reducción de la demanda agregada».

Hay que entender que en algunas localidades, con fuerte presencia en el censo de empleados públicos, la transacciones comerciales alcanzaron mínimos nunca antes registrados mientras multitud de negocios y no pocos contratistas trataban desesperadamente de atraer negocios y de hacer frente a unos costes insostenibles. Algunos de esos negocios nunca podrán recuperarse, añade el informe, para luego explicar que existe otra serie de efectos negativos dificiles de cuantificar que «probablemente se hicieron más importantes a medida que continuaba». Cita como ejemplo el de algunas empresas que «no pudieron obtener permisos y certificaciones federales», y otras que «tuvieron un acceso reducido a los préstamos otorgados por el Gobierno federal».