Putin, en el punto de mira

–Putin no ha dado explicaciones sobre el avión hasta que ha comparecido David Cameron. ¿Cómo cree que el presidente ruso está abordando la crisis?

–Al igual que las autoridades egipcias, Rusia no ha querido admitir la posibilidad del ataque terrorista. Admitir esto es aceptar que la población rusa en cualquier parte del mundo puede ser un objetivo para el Estado Islámico y sus afiliados y para los «lobos solitarios». Ante este panorama la sociedad rusa puede plantearse si su papel en el conflicto sirio es la causa de haberse visto arrastrada ante esta situación de inseguridad.

–¿Cómo podría reaccionar la sociedad rusa si se confirma la relación entre la intervención rusa en Siria y el avión?

–El régimen ruso hará lo que esté en sus manos a través de su maquinaria propagandística para desvincular el desplome del avión del conflicto sirio porque teme una reacción de la sociedad rusa. Todavía no se sabe si el hipotético atacante eligió el avión ruso de forma específica o si fue simplemente el avión al que tuvo acceso más fácilmente. Si, no obstante, se descubre que Rusia era el objetivo específico y ocurre un incidente similar, entonces habrá una reacción violenta en el país contra su papel en Siria.

–¿Cómo cree que puede afectar esta crisis al panorama internacional y la lucha contra el terrorismo?

–No creo que esta crisis vaya a cambiar de forma sustancial la manera de combatir el terrorismo. Aparte de un impacto en la estrategia rusa en Siria, el impacto real del desastre será en Egipto. Con el país enfrentándose a retos económicos dramáticos, la pérdida del sector turístico tendría un enorme impacto negativo.

–¿Perderá Egipto confianza ante Occidente?

–Al negarse a admitir en un principio que fuera una bomba, Egipto ha perdido confianza en el exterior, lo que hará que a partir de ahora los vuelos que salgan desde el país sean minuciosamente supervisados desde el extranjero.

*Universidad de Georgetown e investigador del Hudson Institute